A pesar de la nota de denuncia que sobre la mugre y abandono del Hospital Evita, publicó La Defensa, la cosa va para peor. La foto con basura apilada en un rincón del policlínico, es una de tantas que obtuvo este medio. Hoy en el Evita que dirige Carlos Frasco, hay siete salas de internación cerradas en el tercer piso y tres cerradas en el cuarto. Todas desactivadas por el mismo problema: falta de agua y baños rotos. “La verdad, es una vergüenza que los pacientes no tengan agua para lavarse o bañarse o bien para el inodoro. Las consecuencias son futuras infecciones intrahospitalarias”, acota un profesional sanitario. Que se sepa, a pesar de la dura nota de La Defensa, ni un solo concejal o dirigente político, se acercó al Hospital Evita, a comprobar con sus ojos el estado de mugre y abandono del policlínico.
