Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
Los datos del lado real de la economía siguen mostrando un mix similar al del 2012, con una previsible caída de la inversión, compensada por cierto sostenimiento del consumo privado, dados los bajos incentivos a ahorrar derivados de una elevada y persistente inflación.Según los datos publicados por O. J. Ferreres, en enero, la inversión experimentó una contracción del 2% mensual (sin estacionalidad) y del 4,5% interanual (a/a), impulsada tanto por una baja en el gasto en equipo durable, como en la construcción.
En el caso de la inversión en máquinas y equipos, se observó una fuerte caída del 7,7% mensual (-6,2% interanual). De esta manera, esta variable clave volvió a retraerse, tras mostrar una incipiente recuperación en el segundo semestre de 2012, asociada a cierta liberalización del ingreso de maquinaria importada, que -a la luz de los últimos datos- habría vuelto a endurecerse. De todos modos, en enero, disminuyó tanto la inversión en maquinaria importada como la de origen nacional, capturando además de los efectos de los renovados controles a las importaciones, un palpable deterioro del clima de inversión local.
En cuanto a la inversión en construcción, la medición de Ferreres continuó profundizando su tendencia declinante previa, con una baja del 0,5% mensual (-3,5% a/a), acumulando 10 meses consecutivos de caídas interanuales. En la misma línea, la medición oficial del sector (ISAC-INDEC) cayó un 0,5% mensual (sin estacionalidad) y un 1,9% interanual, sin que ninguno de los segmentos del sector lograra mantenerse en terreno positivo durante el primer mes de 2013.
La fuerte caída de los actos de compra-venta de inmuebles es uno de los principales elementos que arrastra consigo a la construcción, que no logra repuntar pese al plan de construcción de viviendas oficiales (Procrear). Según informó el Colegio de Escribanos de la
Ciudad de Buenos Aires, las escrituras cayeron en diciembre un 29% interanual, finalizando el año 2012 con una baja del 27%. En este sentido, las consecuencias de las restricciones cambiarias han sido mucho peores de lo que se preveía inicialmente, culminando el año pasado con una menor cantidad de operaciones de compra-venta de inmuebles que en el crítico período 2001-2002 en la Capital Federal.
Adicionalmente, el sector de la construcción sigue destruyendo empleos (con una caída de los puestos declarados en el sector del 6% anual a fines de 2012), a la vez que las perspectivas no son alentadoras si se miran los permisos de edificación (-4% a/a en enero), alcanzando la menor superficie permisada desde inicios de 2004.
Por último, las señales por el lado del consumo siguen siendo mixtas. Las ventas en centros de compras y cadenas de supermercados se muestran más sólidas (incluso con alguna mejora en el margen), mientras que la facturación minorista relevada por la CAME presenta un incremento más pausado, señalando las dificultades que enfrentan los comercios más chicos para competir con las promociones de las grandes cadenas, las cuales son vistas por los consumidores como la única forma de moderar la erosión de sus ingresos ante la aceleración inflacionaria. Por su parte, los patentamientos de vehículos cero kilómetro siguen cayendo en términos interanuales, si bien se mantienen niveles históricamente elevados, dado que las compras de vehículos continúan siendo un refugio contra la inflación para el segmento de población con mayores ingresos.