por Alejandro Chitrangulo
Todas las plantas son útiles, todas tienen un rol y un papel en el armónico balance de la naturaleza. Pero hay una planta que el hombre ha podido realmente sacarle provecho y explotarla de manera sostenible, gracias a sus propiedades que incluyen rápido crecimiento, poca necesidad de agua y fácil tratamiento.El Bambú (Phyllostachys bambusoides) es una planta (gramínea) con forma de caña. Existen cientos de variedades distinguiéndose entre especies más leñosas y más herbáceas. Es reconocida mundialmente como la planta que tiene mayor cantidad de usos para el ser humano. Solo los japoneses han descubierto más de 1.500 maneras para usarla.
Y es que realmente esta planta de climas tropicales sirve para todo. Suele crecer formando verdaderos bosques aunque hoy en día se han reducido mucho por la tala del ser humano. Podemos encontrarlo de forma silvestre en China, los Andes centrales y del norte, en zonas del Amazonas, en México y en algunos otros países latinoamericanos. Cada vez se planta más bambú en forma de plantaciones para su explotación. Los gobiernos de la India y China poseen reservas forestales de cerca de 20 millones de hectáreas y han empezado a explotarlos desde el punto de vista económico.
Es medicinal: con una poción de bambú se alivia el ataque de asma, con su savia se calma la piel irritada. Pero además de curar enfermedades, el Bambú también nos puede alimentar: los orientales preparan platillos exquisitos con los tallos tiernos de la planta, de los cuales por cierto se alimentan muchos mamíferos de los bosques tropicales.
Para la artesanía y la industria esta planta es igualmente beneficiosa, la fibra del bambú es tan delicada que sirve para hacer las agujas de los tocadiscos, o para fabricar papel, pero al
mismo tiempo es un material fuerte para hacer cables, acueductos, puentes, escaleras, muebles, cercas y más.
Son muchas sus ventajas comparadas con otras especies arbóreas: el bambú es fácil de trasportar por su forma y por ser liviano; es resistente a la tensión, a la compresión y a la flexión.
Sus propiedades anti-sísmicas lo hace un material de construcción ideal para viviendas.
Su utilización en edificaciones turísticas -como hoteles y clubes- es cada vez más frecuente, gracias a su elegante rusticidad, su diseño biodinámico y su potencial estructural para cubrir grandes espacios públicos a bajo costo.
Presente en las regiones ecuatoriales de América, Asia y África, el Bambú puede llegar a crecer hasta 1,21 metros en un solo día. Algunos ejemplares de bambú pueden llegar hasta 30 metros a los dos meses de su crecimiento y podemos encontrar ejemplares con un diámetro de 20 centímetros. Sin embargo, el mejor momento para cosecharla varía entre 3 y 6 años, época en que adquiere su máxima resistencia, dependiendo de las condiciones climáticas, la altitud sobre el nivel del mar y el tipo de suelos en los cuales la planta de Bambú haya crecido.
Propiedades nutricionales del bambú
Remineralizante. Su contenido en Silicio lo hace muy recomendable en personas desmineralizadas o que sufren de problemas osteoarticulares (artrosis, artritis, reumatismos, descalcificación, etc.) ya que colabora en la síntesis de colágeno y esto favorece la salud de los huesos y cartílagos. Saciante (alto contenido en fibra). Es suavemente laxante gracias a su aporte de fibra. El bambú es apto para dietas adelgazantes ya que es bajo en calorías y gracias a la fibra disminuye la absorción de grasas y azúcares. Es un buen alimento para los humanos y también para el ganado.
El bambú se suele comercializar en forma de brotes muy tiernos, para cocinarlos.
También empieza a encontrarse en forma de cápsulas para uso medicinal (aporte de Silicio para huesos y articulaciones)
Medio Ambiente
La contribución del bambú en la atmósfera es muy importante porque produce oxígeno y absorbe dióxido de carbono. Tiene un sistema radicular formado por rizomas no muy profundos -que en parte son aéros- y pequeñas raíces que le sirven para fijar los suelos de manera muy eficaz, al mismo tiempo que actúa para filtrar y retener el agua. Por esto se dice que una planta de bambú es como la reserva de un tanque de agua. Al crecer tan rápidamente puede reforestar zonas degradadas en poco tiempo. Con esto podemos ver el buen comportamiento del bambú en su relación tanto con la atmósfera como con los suelos.
Hay que destacar que la ciudad de Hiroshima fue reforestada con bambú en 1945 después de la destrucción causada por la bomba atómica.
El bambú es un recurso natural renovable y sostenible. Cuando se cortan las cañas no quiere decir que la planta muera, sino que por el contrario cada año brotarán nuevas cañas que doblarán en altura y número a las del año anterior, hasta que la planta alcance su madurez.