El Hospital Evita es una mugre. Aunque suene increíble, es así. Es impensable que prpfesionales de la sanidad se avengan a trabaja -¡a respirar!- dentro de ese nosocomio donde la falta de aseo reina, porque no hay gente que lo haga y ni siquiera agua suficiente para limpiar. Además faltan colchones, las camas están casi todas rotas, hay salas de internaciones cerradas, desactivadas, con un “intendente del hospital avalado por el intendente de Lanús, y que no hace nada”, dicen las fuentes. Además señalan que falta personal, y que los desaguisados administrativos, “vienen de la gestion anterior”, a esta de Carlos Frasco, “una persona muy querida dentro del nosocomio. pero si este doctor no gestiona no va a funcionar, y más con la figura muy cercana de la doctora Mónica Lencina puesta -como directora asociada- por el intendente Darío Diaz Perez”, advierten.
Y agregan que “si esta vez los gremios como ATE, UPCN y de la Salud Pública no se ponen al frente de los trabajadores tendremos un año muy luchado, quizás más que años anteriores, porque ahora los empleados están cansados del manoseo”.
En ese marco, recientemente la Cooperadora del Hospital Evita le agradeció al director por haber reparado el tomógrafo...