por Rubén Massobrio*
La noticia si bien no recibió los generosos espacios en las primeras planas de los medios como a Chavez y Francisco, no deja de tener suma transcendencia.Hace horas presentó su renuncia al cargo, el titular de la Secretaria de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) el doctor Rafael Bielsa.
Escasos meses atrás, en un encuentro en Lomas de Zamora el hoy ex secretario aludía a la compleja situación de las políticas en el marco de la prevención y tratamiento del consumo de sustancias. En particular en referencia al paco y otras drogas pesadas.
Ya resultaba obvio, desde mucho tiempo atrás que el paupérrimo presupuesto asignado a la secretaria estaba muy lejos de poder contener al creciente número de consumidores del conurbano y las grandes ciudades. Vale de muestra lo manifestado en Junín en el sentido “que las drogas se venden como caramelos”
Tomando encuestas y relevamientos recientes, está plenamente confirmado que el 60% de los adolescentes se encuentran en contacto o muy cercano a las sustancias más letales como la pasta base, que provoca graves deterioros físicos, psíquicos y sociales a corto plazo. En esta realidad el accionar de la secretaria resultaba incapaz de respuestas frente al crecimiento vertiginoso del consumo.
El alejamiento de Bielsa no hace más que re-confirmar la falta de políticas de estado en la decisión de enfrentar tanto al consumo como al narcotráfico. Sin jerarquía institucional, escaso presupuesto y acotada capacidad técnico- profesional el Sedronar se encuentra cada vez
más incapacitado para su específica función. Contener el creciente tráfico de drogas en el territorio nacional, dar respuestas a los miles requerimientos en materia de droga -dependencia. Lo más importante y fundamental, una política en materia de prevención que genere una cultura social de resistencia y rechazo al consumismo de alcohol y drogas ilegales.
(*) Titular de Cedrolan Lanús