domingo, 17 de marzo de 2013

Al Vaticano todo lo humano le es ajeno



por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

Publio Terencio Africano (165 años AC) escribió una comedia titulada “El enemigo de sí mismo”, donde uno de los personajes, Cremes, dice: “Hombre soy, nada de lo humano me es ajeno”. La genial frase se transformó en un proverbio latino y desde que “el mundo es mundo” enfrentó a las religiones por “atentar contra el cuerpo, el placer y la vida, crear ficciones, inventar culpas y producir el sometimiento del género humano mediante una coacción sobre los sujetos”. (Esther Díaz “Más allá del principio divino”). 
  Las 3 principales religiones monoteístas en el planeta necesitaron sujeción, incultura e ignorancia, desestimando la condición femenina, despreciando el cuerpo y descalificando los goces mundanos. Propiciaron una amplia discriminación sexual, sometieron a las minorías, encarcelaron a los marginales, eliminaron los diferentes, fundaron el sistema carcelario y han establecido cuando han podido una sociedad punitiva (dictaduras).
  Con semejante programa contra las libertades públicas y los DDHH suena a lógico que el Vaticano esté quebrado moral y económicamente, ya que luego del feudalismo donde gobernó durante 5 siglos creó un sistema de persecución y muerte en la hoguera por pensar. Así detuvo el progreso humano en nombre de un conjunto de fábulas sin fundamentos que las sostengan.
 Con el advenimiento del Renacimiento la curia Romana debió agiornarse y obligada ocultó sus fines más pérfidos. Luego fue capitalista y abrazó las ideas del fascismo: “en 1929 Benito Mussolini le entregó las propiedades donde restablecer el Estado Vaticano, a cambio que el
partido Demócrata Cristiano votara a Mussolini e hiciera profesión de fe fascista” (El País 12/4/2012).
  Hoy el capitalismo en crisis económica y política hace crujir en su lenta caída al Estado Vaticano. 
  El cónclave siniestro donde debía elegirse al nuevo papa siempre estuvo en crisis porque la podredumbre dentro de la llamada Santa Sede tiene niveles nunca vistos y había que fingir frente a los fieles que se venía una limpieza. 
    Hace 30 años desapareció Emanuela Orlandi, de 15 años, hija de un funcionario del Vaticano. Como se estila para embarrar la cancha la policía sugirió “fue secuestrada por el Frente de Liberación Turco”, mientras la madre siempre ha dicho que el secreto de la desaparición está dentro del Vaticano. 
  Ahora se apunta a un cardenal pedófilo como responsable de la desaparición. Mientras, el sacerdote Gabriele Amort del Vaticano dijo que la niña fue secuestrada en Roma con la ayuda de gendarmes vaticanos para participar en fiestas sexuales (papeles secretos “Vatileaks”), con lo que el Vaticano está inmerso en la trata, la corrupción de menores y la corruptela de sus funcionarios.
   Entre los 115 cardenales electores estaba Roger Mahony de la diócesis de Los Ángeles, acusado de encubrir durante 25 años a 129 sacerdotes pedófilos. Había otros abusadores: Sean Brady  de Irlanda; Godfried Dannels de Bélgica; Justin F. Rigali de EEUU; George Pell de Australia; Norberto Rivera Carrera de México; Stanislaw Dziwisz de Polonia, y el argentino Leonardo Sandri.  A todos ellos les cabe el rótulo de “embambinizadores”, un lunfardismo que caracteriza a las bestias de su especie, quienes tienen en el Vaticano un refugio seguro. 
   La Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes presentó una lista de 12 cardenales encubridores de curas pederastas, pidieron a la Iglesia los excluya pero fue en vano (Diario La Jornada de México). En México otras víctimas de la pederastia eclesiástica reclamaron se apartara al arzobispo Rivera Carrera por proteger al capo de los “embambinizadores”, Marcial Maciel de los Legionarios de Cristo. En Italia otros mártires denunciaron al cardenal Doménico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede por proteger a un violador serial que hizo desastres entre niños católicos en Liguria.
  Al no dar respuestas, el Vaticano funciona como aguantadero de pedófilos. En 2001 el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, envió una carta a los obispos señalando que las investigaciones internas de la Iglesia sobre los casos de abuso sexual infantil eran secreto pontificio y bajo pena de excomunión, no debían ser denunciadas a la policía hasta que las investigaciones se completaran.

El caso más cínicamente expuesto lo protagonizó Ratzinger, quien inició un proceso contra Marcial Maciel por acusaciones de pedofilia. En 2006, cuando Ratzinger ya era papa, anunció el cierre de la investigación sobre Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud, ordenándole el retiro del sacerdocio para consagrarse a una vida de “oración y penitencia”. 
  Las organizaciones de víctimas de pedofilia señalaron que Juan Pablo II y Benedicto XVI eran responsables por encubrir abusos y omitir denuncias. (www.milenio.com – diario Milenio México). Ratzinger quiso indagar en los ‘90 al arzobispo de Viena, cardenal Hans Hermann Groer, pero desde el Vaticano dijeron “las denuncias de abusos son exageradas”. 
 La tarea que deberá llevar adelante el nuevo papa es colosal. Deberá meter mano dentro de un nido de víboras que durante siglos se ha ido reforzando hasta convertirse en uno de los centros más retrógrados y putrefactos del mundo. 
  Ya papa, Bergoglio con estudiada mímica rompió el protocolo (no aceptó el anillo de oro y diamantes papal, rechazó el auto blindado, no quiso lo llevaran al sastre, no utilizó la estola durante la bendición, se negó a usar zapatitos rojos, no se sentó en el trono). Por estos gestos ya es “santo” de los monopolios televisivos. El papa fue seleccionado por ancianos prontuariados para que limpie la imagen de la Iglesia. “Bergoglio los tranquilizó señalando que el Espíritu Santo vela por ellos” (Página 12,16/3)
  Un beato frente al fenómeno del nuevo y “despojado” papa, reveló la tripa interna: “Su inesperado ascenso al papado le dio una fuerza notable, se convirtió en una persona muy influyente en los círculos vaticanos, un ‘Kingmarker’ (gran influencia en una sucesión política, sin ser candidato viableKingmakers may use political, monetary, religious, and/or military means to interfere in the succession.)” (Terrence Tilley, Presidente del Dto. de Teología Fordham University La Nación 15/3/2013). 
  “San” Bergoglio es un emergente de la crisis y una carta de oro del imperialismo para enfrentar con la fe al próximo ascenso de las masas latinoamericanas.
  Mediante Pío Laghi, su embajador, el Vaticano fue cómplice activo de la dictadura genocida: Que el papa abra los archivos.
                (*) Miembro del Partido Obrero