El martes, dos agentes municipales de Zoonosis pasaron vacunando a las mascotas a lo largo de la calle Esquiú, alrededor de las 13:00. “Después de producida la vacunación, que es un servicio que se necesita y lo agradezco -cuenta un vecino- encontré el envoltorio de las jeringas tirado en la vereda. Aparte de su contribución a la limpieza de las veredas -comenta con ironía- los vacunadores utilizaron jeringas cuyo vencimiento se produjo en el año 2005 (foto). ¿Qué garantía tengo que jeringas y vacuna estuvieran en condiciones de ser utilizadas? ¿Y en las unidades sanitarias, para las personas? ¿Dónde va la plata que recauda el municipio que no tienen para insumos básicos?”, dice el vecino.