El caso de Thiago Falcón -de un año y medio- que padece una enfermedad que no le permite caminar ni mover los músculos (publicado por La Defensa) y se tiene que juntar plata que tratarse en China y faltan $40.000 para que pueda viajar, pone de relieve la inanidad de la Subsecretaría de Niñez, que rige Zulma Pesagno de Carli, y su Dirección de Niñez, cuya titular es Marta Muñiz (foto) y de la que ya La Defensa se ocupara en varias oportunidades.La semana pasada trascendió el caso de la abogada Flavia Centurión que concurre un vez por semana a esta oficina en Lanús, porque vive y trabaja en La Plata, en la repartición de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de esa ciudad. Centurión cobra en Lanús 3.500 pesos por mes por cuatro horas de trabajo. Pero por lo menos trabaja, por que Muñiz nunca atiende a nadie. Lo único que hace es firmar las partidas de dinero que en forma cuantiosa llegan al área de nación y provincia, y cuyos destinos decide la amiga de la directora, Karina Nazabal. Vayase a saber dónde va el dinero, porque hay por lo menos tres chicos en Lanús realizando colectas públicas para tratar sus dolencias.
Porque hay que tener en cuenta que esa secretaría de Pesagno recibe por el Fonde de Fortalecimiento Familiar, de preovincia, entre 700 y 800 mil pesos por mes, para sumarle al presupuesto municipal. Recuerdese que ese medio publicó -y nadie desmintió- que Zulma Pesagno de Carli maneja sólo de caja chica, $35.000, casi lo que Thiago necesita para ir a curarse.
En concreto, Niñez es una repartición fantasma, un agujero negro que traga plata y donde Emilce, una módica secretaria de Muñiz, es la que atiende a la gente. Total muy difícil no es lo que tiene que hacer: es responder “no” a cada reclamo.
Por eso no es de extrañar el pedido de Hernan Dio -por el caso de Thiago Falcón- quien trata de gestionar por todos los medios “una reunión con el señor intendente porque con los funcionarios que hablé prometieron y jamás nos llamaron” .