lunes, 24 de diciembre de 2012

Cómo cuidar el peso en las fiestas


por Alejandro Chitrangulo

En las Fiestas muchos comeremos en un día lo mismo que en 5 días comunes. En esta nota les comento cómo elegir los alimentos para moderarse y disfrutar de estos días sin culpas.
Para muchas personas, el 24 y el 31 son de esos días del año en que todo está permitido a la hora de sentarse a la mesa. En cada comilona de Navidad o Año Nuevo, se pueden llegar a consumir unas 10.000 calorías -el equivalente a unos cinco días de dieta normal- y pesar entre 2 y 4 kilos más en la balanza, una parte por lo que se comió y se tomó y otra por los hidratos de carbono y la sal, que retienen líquidos.
La cuenta es sencilla si se recuerda que una porción de lechón suma 750 calorías, una ensalada waldorf abundante tiene casi 800 calorías, una barra de mantecol aporta 530 y una rodaja de pan dulce suma 400, sin contar con lo que suma el alcohol. Pero sin querer ser estropea fiestas les comento que nadie tiene sobrepeso únicamente por comer y tomar de más en las Fiestas.

Es posible cuidarse en las Fiestas
Es perfectamente posible planificar las celebraciones de una manera distinta, sin centrar todo en el atracón. Pescado, palitos de mar, ensaladas con verduras poco convencionales y frutas, palmitos, camarones, peras al natural, helado de agua, son sólo algunas de las muchísimas opciones ricas que no nos harán arrepentirnos al día siguiente. Comer despacio, en bocados pequeños, ayuda a evitar una comilona. Si la mesa es libre no pierda de vista el tamaño de las porciones: sírvase en un plato un poco de cada comida que le guste y siéntese a comerlo alejado de la mesa. ¡Recuerde que no será la última vez que coma! En estas ocasiones, bailar ayudará mucho. Conviene proponer el baile seleccionando de antemano música divertida para que todos se integren. Recuerde que las frutas secas y deshidratadas tienen un gran
aporte calórico y que son poco apropiadas para épocas estivales.
Muévase y beba mucho líquido, especialmente gaseosas diet o bebidas con abundante hielo. Es importante no tomar alcohol sin comer, porque con el estómago vacío la bebida marea fácilmente y es capaz de diluir. 
Si pensamos que la dieta comienza “el lunes”, (en este caso el miércoles) más precisamente después de las celebraciones de fin de año, probablemente comamos en esta oportunidad mucho más de la cuenta, de lo necesario y de nuestro apetito verdadero, y comencemos al año siguiente con kilos indeseados, que incrementarán la carga de lo que ya tenemos que bajar.
Tenga en cuenta las recomendaciones, pero no se olvide de festejar. 
¡Felicidades!