El intendente Darío Diaz Perez sufrió por parte de toda la oposición, el mayor desaire que le han infligido desde que comenzó su mandato en 2007, cuando, el jueves pasado, debió levantar una “reunión para la foto”, a la que habían sido invitados todos los partidos con representación deliberativa, a través de una nota firmada por el concejal Jorge Montero.Es que ese día y por los medios, Diaz Perez se enteró que nadie iba a concurrir salvo los ediles oficialistas y sus satélites.
Nadie se iba a prestar a una pantomima como la del 13 de septiembre pasado, cuando también “para mejorar las medidas de seguridad entre todos”, el intendente se fotografió con casi toda la oposición.
Sirva como ejemplo de la lectura que la oposición hizo del nuevo convite, la carta con que Carlos Torlaschi, como presidente del bloque 17 de Octubre, le cursa a Montero, en la que dice entre otras cosas, que si el intendente es el que invita “que lo haga él y no usted”. Pero le aclara que estos tres ediles -Torlaschi, Heriberto Deibe y Salvador Baratta- de todos modos no hubieran concurrido porque todavía están esperando los informes de 2009, 2010 y 2011, en los que por ordenanza el ejecutivo se había comprometido a especificar puntillosamente cómo había gastado la plata que los contribuyentes, y los gobiernos federal y provincial, le envían a Diaz Perez para que mejore la seguridad de la gente.
Y le advierte Torlaschi que su bloque, “no participará de ningún encuentro hasta que el intendente concurra al seno del HCD y explique en el seno de la Casa de la Demmocrácia, cómo ha mejorado la seguridad en nuestro querido Lanús”.
Ni los tres ediles del FAP, ni los dos ex denarvaistas, ni los dos radicales, ni los dos Pro, ni Carlos Barbagallo, ni Griselda Regueira iba a concurrir a la fiesta sin invitados.
