sábado, 24 de noviembre de 2012

Rarezas, tendencias y casualidades en la recta final del campeonato


por Marcelo Calvente

marcelocalvente@gmail.com

Luego de superar con suficiencia a Belgrano en su impresentable estadio de Barrio Alberdi por 2 a 0, resultado que tardó demasiado en cerrar, Lanús alcanzó la punta compartida con Vélez casi inesperadamente, aprovechando la falta de decisión del resto de los competidores que alternaron en los puestos de vanguardia en distintos momentos del Torneo. Lo que para algunos simpatizantes granates era una utopía, para otros un imposible y para la mayoría un absurdo, se hizo realidad y el Grana, que al cabo de la novena fecha había perdido 4, ganado 3 y empatado 2, y estaba más cerca de la retaguardia que de la vanguardia de las posiciones con 11 puntos, ya nadie lo puede discutir, se mete en la recta final de tres fechas en la pole positión, y pese a que muchos no lo compartan, es el principal candidato a quedarse con la tercera estrella que tanto pide su camiseta. 
Para intentar sostener esta afirmación podemos decir que las siete victorias encadenadas por el equipo de Guillermo señalan un rumbo absolutamente favorable. Y las siete victorias crecen en significancia si observamos algunas cuestiones que se vienen sucediendo en cada escenario, jornada tras jornada. Por un lado se acentúa la tendencia inédita de que cualquiera le gana a cualquiera. Y un nuevo dato relevante se puede advertir de acuerdo a lo que vienen padeciendo la mayoría de los equipos: Las localías pierden valor, a la mayoría les cuesta más sumar puntos en su casa que de visita, y todos los competidores de Lanús en la pelea por el título han perdido terreno en su propia casa y ante su propia gente, dando muestras de
carencias de ánimo ante la marcha firme del nuevo líder.  
De entrada, Newell’s arrancó en punta como para cortarse solo. No perdía, pero empataba mucho. Se mantuvo líder absoluto e invicto y su mejor momento fue entre la fecha 9 y la 11, con tres victorias encadenadas, y se empezó a diluir entre la 13 y la 15 con tres empates también consecutivos. Se terminó de caer con el revés en Rosario ante All Boys, por la 16º fecha, en la que además perdió para lo que resta a dos de sus principales figuras por lesión, Heinze y Maxi Rodríguez, nada menos.
Vélez lo despojó de la punta hilvanando cinco victorias al hilo, entre la 11 y la 15, pero también se quedó en la 16, perdiendo en su cancha ante Boca. Racing se había prendido en la persecución de la Lepra cuando le ganó a Colón en Santa Fe por la fecha 10, pero entre la 11 y la 14 sumó dos de doce puntos posibles y perdió terreno, que en parte  recuperó en las últimas dos, con sendas victorias. Belgrano también tuvo su tiempo, y fue  entre la 12 y la 14, con tres triunfos, uno parcial ante Independiente. Por la 15 recibía a Argentinos que venía en picada, de obtener una victoria, el Pirata alcanzaba la punta. Pero fue empate en cero y una gran decepción para sus hinchas. En la 16º Lanús lo volvió a golpear, y lo alejó de la pelea, al menos por ahora. Al sumar de a tres cada semana, acortó con todos los de arriba, que empezaron a perder terreno y derraparon de local, ninguno pudo soportar la presión de su propia gente, el nuevo karma del fútbol argentino.
Es las tendencias de las campañas de cada equipo, la distinta imagen que entregaron últimamente Lanús por un lado y el resto por el otro, el primero ganándole a todos, los demás perdiendo el rumbo y la confianza de manera paulatina a medida que se acerca la hora de la definición. Por supuesto que todo puede pasar en el cierre del Torneo Inicial, más aún con el nivel actual del referato argentino. Ningún resultado es imposible, tampoco ninguno es previsible. Solo Lanús, de menor a mayor, viene volteando muñecos con suficiencia -aunque no siempre con amplitud en el resultado- y convicción, que parte de una muy buena imagen pública del cuerpo técnico y se potencia en la madurez de un plantel que se ha depurado, perdiendo calidad individual pero ganando en aplicación al trabajo y sentido colectivo. No puede considerarse como algo descabellado que la racha siga hasta el final, y que ante Estudiantes, River y San Lorenzo sume las nueve unidades. Por el contrario, sería lógica pura.
En cambio Vélez, Newell‘s y Belgrano acaban de tropezar en su propia casa, y ahora con sus dudas a cuestas tienen que retomar la senda victoriosa en escenario ajeno: El primero ante el desconcertante All Boys, que lo espera entonado y con el cuchillo afilado en Floresta. Newell’s en la cancha de Unión, que busca desesperadamente su primera victoria en el torneo; y Belgrano en San Juan, ante un equipo irregular y en la cornisa de la zona de descenso, que pese a eso ha mostrado buenos argumentos futbolísticos. Racing, que viene en alza, deberá ratificarlo en la Boca ante el local, que también levantó y necesita los puntos para entrar a la Libertadores. Si la tendencia se mantiene no sería sorpresa que Lanús quede puntero en soledad al cabo de la 17, y que en un capricho del calendario, reviviendo un histórico día de gloria, el domingo 2 de diciembre, siempre y cuando se den algunos resultados, obtenga la ventaja indescontable derrotando a River en el Monumental y repitiendo el rito de la vuelta olímpica que hace cinco años y para la misma fecha, Lanús se dio el gusto de dar en la casa del otro grande.