viernes, 16 de noviembre de 2012

“Opositores” que reciben órdenes del 2º piso

Por Luis Belvisotti*


   En el Concejo Deliberante de Lanús hay cerca de una decena de bloques políticos, esto debido a la fragmentación de la oposición. Pero a diferencia de otros municipios, la debilidad política del intendente y su falta de liderazgo, determina  no poder contener una importante cantidad de concejales dentro de su bloque y genera otros tantos de su mismo signo.
  Ahora bien, no todos los bloques opositores se comportan de la misma forma. Su conducta está determinada en sus votaciones y comportamiento en referencia al Departamento Ejecutivo, en su historia y relación con el intendente, su poder de negociación y la inserción que tengan esas fuerzas políticas en la administración municipal y/o dependencia de los gremios municipales.
   Si miramos la historia política reciente de nuestro distrito, encontraremos algunas explicaciones a ciertas conductas oficialistas y opositoras. En 1983 inició de este período democrático, con el triunfo del Partido Justicialista por escaso margen que llevo a Manuel Quindimil al Palacio Municipal, con un bipartidismo bien marcado: 12 concejales para el PJ y 11 para la UCR, la excepción fue un concejal para el Partido Intransigente. Esto fue punto de partida para cinco re-reelecciones de Quindimil. Ahora cada con vez más margen y mayor poder, el municipio fue así envejeciendo junto a su intendente. La oposición por incapacidad o comodidad renunció a pelear el poder local y a conformarse con algunos acuerdos de conducción en el municipio, de esta forma renunció a la función de control por ser parte de lo que debía controlar. 
Así llegamos a la crisis del 2001, con una oposición diezmada y prácticamente el noventa por ciento del concejo en manos del oficialismo, en plena crisis de representación. 
A partir del 2001 aparecen otros actores y se derrumba el bipartidismo. En Lanús recién en el 2003 logran bancas nuevos partidos como el ARI y Recrear se instala una nueva oposición al gobierno de Quindimil, estas fuerzas tampoco logran consolidarse como alternancia en el poder. 
  En el 2007, gana las elecciones el actual intendente.  No logra tener un concejo mayoritario, pero con el mando del ejecutivo y algunos acuerdos logra cierta gobernabilidad, así llegamos al 2009 donde la oposición en una elección intermedia logra imponer una cierta cantidad de bancas, quedando la relación de fuerzas 13 a 11 en el concejo, con esta relación tampoco pudo ejercer control, los pedidos de informes no son contestados o lo hacen a medias. Sin información se hace difícil ejercer la oposición.
En el 2011 el intendente tiene que revalidar títulos lo hace a medias, obtiene el 40% de los votos, mientras que la otra punta de la misma boleta la presidenta obtiene mas del 55%, sin dudas la peor elección de la región. La oposición no pudo presentar una alternativa y queda relegada a mas de diez puntos del intendente.
A pesar de no lograr una amplia mayoría en los votos por el injusto sistema de elección se llevo seis de los doce concejales (debería ser por sistema D´Hont, hoy es por proporcionalidad que beneficia a la primer minoría), Igual debido a pases y transfugadas en el concejo el oficialismo logra su cometido, aprueba presupuestos,  aumento de tasas, rendiciones de cuentas y otros expedientes importantes con la ayuda de la oposición, algunas con faltazos evidentes y votaciones cruzadas, de algunos concejales otrora oposición ahora oficialistas y de algunos todavía en el arco opositor.
  Evidentemente, el rol de la oposición en Lanús a través de los años ha sido desvirtuado. Ahora bien: ¿cuánto es el control que puede ejercer la oposición, por lo que le otorga la Ley Orgánica de las Municipalidades?  Solamente hay un momento para controlar las cuentas una vez al año y el control es ex post, una vez realizado el gasto. El municipio debe otorgar a los concejales toda la información que se requiera para revisar las cuentas. No existe el control de gestión, los programas y los presupuestos son armados para su presentación y se hace imposible su seguimiento.
   Si uno no sabe lo que debe hacer el municipio y con qué recursos, todo lo que haga esta bien o mal, da igual al no haber puntos de referencia para corregir desvíos, no sabemos si estamos a cien metros o a cien kilómetros. Un ejemplo para saber cuantas personas trabajan en el municipio deberíamos pararnos en todos los accesos de todas las dependencias para llevar este control, con lo que ello conlleva, este ítem no figura en ningún lado con alguna exactitud, no sabemos exactamente en que consiste el pliego de licitación de la recolección de residuos
   Por otro lado, existe un ninguneo constante de parte del oficialismo a una parte de la oposición. Ante los incesantes pedidos de informes y explicaciones con respecto a políticas llevadas a cabo desde el ejecutivo, expedientes que llegan al concejo horas antes de su incorporación y tratamiento sobre tablas sin tiempo ni de análisis, ni de estudio. 
  Desde el bloque GEN/FAP, hemos tratado de marcar una impronta que nos ha costado bastante y así fue que no fuimos a sacarnos fotos con el intendente, no faltamos a sesiones importantes, ni votamos expedientes contradictorios. Hemos tratado de contribuir sin estridencias a forjar un estilo de oposición, no queremos formar parte de este oficialismo, queremos ser la alternativa.  
  Los proyectos presentados referidos a la información pública, a la participación ciudadana, los pedidos de informes por el estado de las salas de atención primaria, servicio de ambulancias y los referidos a los jardines materno infantiles a cargo del municipio, han sido o mandados al archivo o contestados a medias y con evasivas, lo mismo los informes que adeuda el departamento ejecutivo con respecto al área de protección ciudadana, entre otros.
Para trazar un paralelo entre cierta oposición y el oficialismo a través del tiempo, podemos decir que la relación sólo cambio en altura: antes el intendente atendía en el cuarto piso y el actual en el remozado segundo piso.
Para diferenciar a la oposición con representación parlamentaría podríamos dividirla en: 1) opositores locales; 2) locales y provinciales; 3) locales, provinciales y nacionales, y 4) otros todavía no saben. Así esta el Concejo Deliberante de Lanús: como el municipio en general, al borde del abismo y dispuesto a dar un paso al frente.
Concluyendo, quiero dejarles una definición de oposición con la cual tenía la intención de comenzar estas reflexiones, luego de leerla una y otra vez la dejaré para analizar, algún Cantón Suizo o municipio nórdico. 
La oposición “es la expresión de la controversia que tiene lugar en el proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de decisiones y se entiende que ella actúa en un marco de respeto y de aceptación de “reglas consensuales” del juego político. La oposición está vinculada a otros conceptos o fenómenos de la política, como libertades o derechos políticos, pluralismo, alternancia en el poder, conflictos”1.

(*)Dirigente Partido GEN 
 (1) Footnotes