lunes, 12 de noviembre de 2012

Caso Campomar y la Biblioteca Sarmiento


  Néstor Marchetti, directivo de la Biblioteca Sarmiento de Alsina, se sintió dolido porque en la nota publicada por la defensa digital el 8 de noviembre pasado con el título “¡SUTEBA, Darío y Electroingeniería se asocian!”, Lisandro Martínez dijo que la Comisión de la Verdad y Justicia por el caso Campomar se tuvo que ir de esa entidad donde se reunía “ya que uno de los responsables consideró que al recibir un subsidio municipal no estaba bien que desenvolvieramos las reuniones en la Biblioteca Sarmiento”. 
Dice Marchetti que “desde 1997 participo en la CD de la Biblioteca Popular Sarmiento. Múltiples fueron las propuestas que se debatieron a lo largo de estos 15 años y variadas las posiciones asumidas por los distintos miembros que la integraron. Alguna vez sucedió que algún directivo tuviera la misma mezquindad de pensamiento de quien consideró que la recepción de un subsidio municipal, acota la capacidad de criticar de cualquier institución que lo reciba”. 
 “La respuesta al timorato circunstancial -continúa Marchetti- por parte del resto de la CD, fue convencerlo de que los subsidios, tanto municipales, provinciales o nacionales, no son una gracia otorgada por el poder de turno, sino que responden a la existencia de leyes vigentes. Y que el monto otorgado es inferior a la calidad y cantidad de contraprestaciones que le brinda la Biblioteca a la comunidad. Reitero. El estado abona subsidios. No es benevolencia del poder de turno. Hay una legislación que lo establece y que es anterior a la asunción de cada autoridad circunstancial. Además, la Biblioteca Sarmiento - como todas las BBPP- brinda servicios a la comunidad, que al Estado le sería más oneroso pagarlos, que hacer frente a las
subvenciones que otorga”. 
  Sostiene Marchetti que “esto lo hicimos público siempre, ante quien fuera. Jamás hicimos de la genuflexión un estandarte. El ofuscamiento inicial que me produjo lo que considero el anónimo “uno de los responsables” citado por Martínez, me llevó al facilismo de pensar que “el ladrón cree que todos son de su condición”. Pero recapacité y entendí que ése no era el camino. Quizás el “uno de los responsables”, no fue tan responsable ....porque habló sin tener información...! Pues bien, soy responsable y se la ofrezco”.