por Omar Dalponte*
nuevospropositos@hotmail.comEn este tiempo que aquí y en todas partes del mundo ocurren ridiculeces al por mayor, no extraña mucho que algunos episodios menores causen tanta preocupación o despierten demasiado interés. Que Hugo Moyano se fotografie junto a Mauricio Macri o al lado de cualquier otro personaje de nuestra vida política, social o económica no merece tanto revuelo. La tan mentada fotografía, si algo ha logrado, es haber hecho desperdiciar un espacio importante en las primeras planas de los diarios, en los
informativos radiales y en varios programas de televisión que mejor hubiesen sido utilizados para temas más importantes. Cierto periodismo, resaltando un momento totalmente intrascendente, en su afán de poner en la vidriera imágenes opositoras al
kirchnerismo cualquiera sea su color o su consistencia, convierte la información en una entrega ridícula.
Moyano se viene fotografiando con decenas de personas desde hace mucho tiempo y por ahí no es él quien busca la instantánea sino aquellos que, por alguna u otra razón, creen que sacarán determinado rédito político posando junto al camionero que, por esas cosas de la vida, ha dado un giro de 180 grados en su relación con el gobierno nacional. Este desfile de figuras, figuritas y figurones que ahora se desviven por aparecer al lado del morocho que hasta hace poco denostaban, seguramente no van a obtener más ganancia que la que el protagonista principal de la foto esté dispuesto a concederles. Quienes conocemos el paño de la vida interna del sindicalismo sabemos que piensan, puertas adentro, los muchachos de los gremios. Moyano, socarrón, canchero, por ahi recordando los viejos tiempos en que callejeaba manejando el camión de la compañía de transporte automotor Verga Hnos en Mar del Plata, con mucho territorio recorrido y abundante mostrador político, pasea por donde quiere a sus ocasionales acompañantes y los “gasta” frente a millones de personas. La televisión tiene ese no se qué. Puede ayudar o fulminar en un segundo al más pintado. Y el “Negro” lo sabe. Él mismo recibió más de un sopapo frente a las cámaras. Pero claro: a la larga no hay oficio que no se aprenda y de tanto andar de pelea en pelea, a los 68 abriles Moyano conoce bien hasta los planos que lo muestran mejor en la pantalla chica que ya no lo es tanto desde que aparecieron las planas de gran formato.
Con más picardía que el viejo Vizcacha y para colmo teniendo como a ladero a Gerónimo “Momo” Venegas - también maestro en mañas nuevas y viejas - en la última aparición televisiva con Mauricio Macri desplegó todo su arte de “cargador” de primera categoría. Macri, con su absoluta incapacidad para transmitir algo más o menos creíble, con su “pintita” de hijo de empresario que no madura nunca, representó, como nadie pudiera haberlo hecho, la imagen masculina de aquellas recordadas damiselas Adelina Dalesio de Viola y María Julia Alsogaray que supieron ser las caras del neoliberalismo mutado en menemismo en la década de los 90. Ambas, por meterse con el peronismo desde la más rancia parcela conservadora, salieron eyectadas de la política con un sinfín de causas judiciales sobre sus espaldas.María Julia, luego de algunas condenas y de haber pasado no poca verguenza, anda paseando su vejez por Recoleta. Adelina con su madurez avanzada, según nos informan, tiene alguna actividad en San Luis, la provincia de los Rodriguez Saá, aportando su “glamour menemista”. Las dos señoras difícilmente puedan volver a las lides políticas porque su desprestigio personal alcanzó niveles demasiado altos.
Si Mauricio Macri continúa con su pretensión de incursionar en las entrañas del peronismo, cualquiera sean sus variantes, no es descabellado pensar que le aguarde el mismo destino que a las ex “divas” de los días de la pizza y el champan. Cada quien, como decía el general, es artífice de su propio destino. En política, no pocas veces se producen hechos dignos de ciencia ficción y si con el correr del tiempo se concretara una fórmula compuesta por Moyano y Macri o viceversa, el kirchnerismo la recibiría como un regalo caído del cielo. Otros segmentos opositores también. Saquen nuestros lectores, a quienes consideramos muy inteligentes, sus propias conclusiones respecto a esta opinión nuestra. Por lo tanto creemos innecesario abonar nosotros más comentarios.
En la medida que pase el tiempo muchos entenderán que una fotografía no es una construcción política y que algunos personajes, como los teros, pegan el grito en un lado y ponen los huevos en otro lugar. De ahora en adelante, hasta pasada la primera mitad del año que viene, amagues como el de Moyano habrá a montones. Mientras tanto las cortinas de humo abundarán en la escena nacional y en la cocina de cada partido o agrupación se irán preparando las recetas que, al final, se servirán a la mesa en fecha muy cercana a la realización de las elecciones primarias. El radicalismo, después de algunos pequeños logros institucionales, reunió a lo más granado de su dirigencia en la facultad de Ciencias Económicas el pasado viernes 26. Allí, donde se dieron cita hijos y entenados, se resolvió -según las crónicas publicadas en diferentes medios- convocar a distintas fuerzas políticas y sociales opositoras a una reunión multisectorial. Puede ser que por fin -si resuelven por lo menos un poco sus conflictos internos- el partido radical se comporte como una organización política seria y no como un conjunto de gatos dentro de una bolsa. Por otra parte habrá que ver si su convocatoria tiene respuesta favorable y cuanto dura este romance primaveral entre viejos dirigentes que recitan discursos de distinta naturaleza.
El Frente Amplio Progresista (FAP) que tiene a la fuerza de Hermes Binner como uno de sus ejes principales, seguramente sentirá los efectos del episodio protagonizado por el jefe de la policía santafesina Hugo Tognoli a quien se le atribuye vinculación con el narcotráfico. La impericia y falta de energía ante un hecho gravísimo con que se actuó en esa provincia gobernada por el socialismo, a cuyo frente está el gobernador Antonio Bonfatti, produjo un debate importante al interior del FAP y una desilusión no menor en las organizaciones que integran este frente. El jefe de la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados de la Nación, Agustín Rossi, pidió al gobernador Bonfatti el relevo de toda la cúpula policial santafesina y de ahora en más podrá comprobarse hasta donde le da el coraje a quienes tienen pretensión de gobernar al país. Cuando las papas queman hay que demostrar lo que uno vale y lo que es capaz de hacer en medio de circunstancias difíciles.
En Lanús, respecto al posicionamiento de determinados dirigentes del Frente para la Victoria habrá que ver cuanto hay de real, que porción de fábula existe en los relatos de los medios locales y como se acomodan las piezas de cara al 2013. Para que el tablero esté medianamente ordenado aún falta recorrer un tramo importante y es posible que los hechos concretos no tengan mucho que ver con lo que se dice en el mundillo paraperiodístico de nuestro pago chico. Por ahora, como dice el tango....paciencia y pan criollo.
(*) Dirigente de Iniciativa Socialista