lunes, 1 de octubre de 2012

La semana en pocas palabras


Informe Económico Semanal del Banco Ciudad

La actividad económica habría continuado con su lenta recuperación en agosto. El IGA-OJF avanzó 0,9% con respecto al mes anterior (sin estacionalidad), recortando a 0,5% su baja interanual (a/a), tras contraerse 2,2% a/a en el segundo trimestre. Se trata, así, del segundo mes consecutivo en alza, acumulando un incremento de 1,9% respecto del piso de junio de este año.
Sectorialmente, comienzan a dejarse atrás los efectos de la sequía sobre el agro, a la vez que los servicios continúan brindando un sostén a la actividad agregada. Por el contrario, la contracción interanual del nivel de actividad sigue liderada por la industria (-2,1%) y la construcción, que incluso según las estimaciones oficiales se habría derrumbado un 8,1% interanual en agosto, fuertemente afectada por factores climáticos, más allá del cepo al dólar.
Con todo, la actividad agregada continua operando por debajo del pico de septiembre del año pasado (-1,3% de acuerdo al IGA), a la vez que en los ocho primeros meses del año acumula un crecimiento nulo con respecto a 2011, lo que marca el primer año de estancamiento desde la crisis global de 2008/09.
Por su parte, las estimaciones oficiales capturaron, con rezago y parcialmente, el enfriamiento del segundo trimestre. Según el INDEC, el PIB se estancó en su medición interanual, exhibiendo una contracción de 0,8% con respecto al primer trimestre (sin estacionalidad). Como resultado, la medición oficial del Producto acumuló una suba de 2,4% en la primera mitad del año, superior a la capturada por las mediciones privadas, pero todavía lejana a la pauta de crecimiento incluida en el Proyecto de Presupuesto Nacional recientemente presentado en el Congreso (3,4%).
Para alcanzar dicha tasa de crecimiento, en el segundo semestre la actividad agregada debería acelerarse drásticamente y avanzar a un ritmo anualizado del 10%, de manera de gatillar el pago del cupón del PIB en 2013. Lo anterior confirmaría que su incorporación al Presupuesto tendría por objetivo engrosar el Fondo de Desendeudamiento, para luego disponer de esos fondos para financiar gastos en el año electoral.
Por otro lado, esta semana también se conocieron los datos del intercambio comercial de agosto, que exhibieron un superávit de USD 1.628 millones, el doble que un año atrás. Este incremento del superávit fue impulsado por una fuerte caída de las importaciones (-17% a/a), la mayor desde la crisis global de 2008/09. Ello permitió compensar la floja performance de las exportaciones, que se contrajeron un 5,5%, revirtiendo el moderado crecimiento de julio (2% a/a).
Aquí hay dos elementos a tener en cuenta. El primero, que en agosto volvió a operar el “efecto Moreno”, un elemento que será clave monitorear en los próximos meses, ya que su continuidad podría abortar el incipiente proceso de recuperación en marcha. El segundo, que las exportaciones aún no logran despegar, tanto por los efectos rezagados de la sequía sobre las exportaciones agrícolas, como por (más importante aún) la todavía débil demanda de productos manufacturados. Las exportaciones industriales cayeron 7% a/a, pese a la recuperación de las ventas a Brasil (1% a/a), lo que lleva a moderar el optimismo respecto de la tracción que finalmente tendrá el país vecino de cara a 2013, en la medida que las ventas a otros destinos continúen deprimidas.