lunes, 3 de septiembre de 2012

La semana en pocas palabras


Informe Económico Semanal del Banco Ciudad 

Como mencionáramos en nuestro último informe semanal, en julio la actividad agregada evidenció una mejora en el margen que, si bien todavía es prematuro afirmarlo, podría estar anticipando una recuperación en los próximos meses, tras un primer semestre recesivo.
Por el lado de la oferta, la recuperación fue liderada por la industria, especialmente la automotriz, a la vez que se fueron dejando atrás los efectos de la sequía sobre la cosecha gruesa, concentrada en el segundo trimestre. A lo anterior, se sumó un ligero repunte de la 

construcción, que avanzó por segundo mes consecutivo. De acuerdo al ISAC-INDEC, el sector experimentó un alza mensual de 1,6% sin estacionalidad, volviendo a operar en niveles similares a los de un atrás (se contrajo sólo un 0,6% anual, tras llegar a caer un 7,6% en abril).
Si bien los registros de agosto seguramente acusarán el golpe de las intensas lluvias verificadas durante el último mes, es probable que el lento reacomodamiento que muestra el sector inmobiliario a operar en pesos ayude a sostener la construcción en el segundo semestre. Aún así, la principal apuesta para el sector pasa por lo que ocurra con la cosecha de 2013: los dólares extra por cerca de USD 8.500 millones que, según nuestros cálculos, generaría el complejo sojero se podrían destinar –al menos en parte- a la inversión en ladrillos, en un marco de restricciones cambiarias (a ello habría que sumar la obra pública, financiada con retenciones, esperable en un año electoral).
Del lado de la demanda, la parcial mejora de julio provino de la inversión, tras un segundo trimestre negro. La medición de Ferreres capturó una suba de esta variable del 3,7% mensual (sin estacionalidad) y una baja de sólo el 1,5% interanual, tras llegar a derrumbarse un 19% a/a en abril. Esta mejoría se debió, principalmente, a cierta relajación de las trabas comerciales, que habrían permitido el ingreso de maquinaría importada vedada al comienzo del año.
En contraposición, el consumo continúa tibio. Las ventas en shoppings cayeron un 2,4% anual en julio en términos reales, acumulando una baja de 1% en los primeros siete meses del año. Paralelamente, según la medición de CAME, el volumen de ventas minoristas cayó 6,3% anual, a la vez que las ventas en supermercados (asociadas al consumo de bienes de primera necesidad como alimentos) se contrajeron un 2% a/a, tras acumular una variación positiva de 3% en el primer semestre.
Sólo las ventas de automotores exhibieron una mejora. Si bien el patentamiento de vehículos 0km se mantuvo inalterado en julio con respecto a un año atrás, las ventas de las terminales a las concesionarios crecieron un 10% a/a, según ADEFA. Ello estaría señalando un mayor volumen de ventas esperado por las concesionarias, en un marco de falta de alternativas de inversión para cubrirse de la inflación y de restricciones a la compra de dólares.
En materia de perspectivas, en el segundo semestre entrará en vigencia la Línea de Préstamos para la Inversión Productiva, mediante la cual los bancos estarán obligados a prestar el 5% de sus depósitos privados, a tasas máximas de 15%, a 3 años de plazo. Se trata de $15.000 millones (0,7% del PIB) que las entidades deberán inyectar en los próximos 6 meses, un monto para nada despreciable que ayudará a sostener la inversión, pero que no alcanzará a compensar la caída que esta variable clave verificó en el último año, cuando pasó de representar un pico de más de 24% del Producto en el segundo trimestre de 2011, a los 22 puntos actuales. En cuanto al consumo, la pregunta del millón sigue siendo cuánta aceleración inflacionaria soportarán los bolsillos de las familias sin resentir sus gastos, pese a los incentivos que genera la presencia de tasas de interés reales negativas y un sostenido incremento de la oferta de crédito.