sábado, 15 de septiembre de 2012

Inseguridad: Un simple aporte que no se quiere ejecutar


por Julián Segura*

Si quien escribe tuviera la posibilidad de que los lectores relean todas las notas que sobre temas de seguridad viene desarrollando en estos últimos seis o siete años, se darían cuenta que todo lo manifestado, escrito y propuesto en estos últimos días, que el agua nos está llegando a la cabeza, no es ni más ni menos que parte de lo propuesto por mí en esas notas. Aclaro, no por ser yo un sabio o visionario, sino, por ser tan elementales y sencillas las necesidades a poner en marcha, que no se explica por qué no están ya en plena ejecución. Tal vez porque todos, incluido en primera fila el intendente municipal, han minimizado la cuestión pensando que la bomba explotaría en manos de otros, pero no fue así, la bomba explotó y ahora nadie quiere hacerse cargo.
 Cansado estoy de solicitarle al intendente una reunión para tratar el tema en forma seria. Hasta se le ofrecieron algunos pautas de trabajo con una propuesta más que importante y de
fácil implementación y lo que mejor aún, con presupuesto previo.  Ahora, algunos intendentes del conurbano quieren darle una mano a nuestro intendente, no sé si por miedo a que también se les venga encima el tema o porque le tienen lástima y lo quieren ayudar al solo efecto político.
Por su lado, aparece en escena una de las patas más elocuentes y en las antípodas ubicada como es el hasta ayer opositor número uno del actual gobierno, tanto nacional cuanto municipal: el señor Néstor Grindetti, mano derecha irrefutable del ingeniero Mauricio Macri, enemigo acérrimo del gobierno nacional. Este salvador capitalino, que en algún momento de su vida vivió en Lanús y cree poder ayudarnos en la cruzada, ha aportado una serie de propuestas que lo único que demuestran es el total desconocimiento sobre la materia, cuyo resultado es tirar la pelota para adelante, conformar a los miles de vecinos que marchamos los viernes a las puertas del municipio, en una suerte de darnos un “chupetín de lata” para que nos entretengamos mientras pasa el furor, la bronca y se enfrían los cuerpos muertos de los vecinos asesinados.
 Intendente: usted y sus seudo colaboradores están jugando con fuego, Lanús es un polvorín y usted está fumando dentro de él. Sigue sin entender una gran parte de todo lo que está pasando. Usted no puede ni debe comprometer con responsabilidades excesivas a los vecinos, dándoles timbres antipánico, vigilantes barriales, celulares, etc., etc., etc.
Ya se lo he dicho en infinidad de oportunidades, obviamente sin resultado alguno y oídos sordos de su parte. Cada vez que he logrado encontrarlo casualmente usted me dice: “Te llamo mañana, me gustan tus ideas”, y en eso termina todo.
Son muchas y variadas las maneras de tratar de terminar con esta basura de la inseguridad: más policías, más móviles, mejor armamento, mejor adiestramiento, modificación de algunas leyes procesales penales, pero hay una, que ya se la he comentado hace dos años, aproximadamente, tan sencilla como: Crear una Comisión de seguimiento delictual. ¿Qué es esto?  Se puede integrar por 2 o 3 abogados penalistas, quienes, ante un hecho y el conocimiento de que el delincuente ya estaba purgando una pena por hechos similares u otros, se dirigirían a la causa judicial original y con un breve estudio del tema, seanalizaría si ese delincuente debió o no estar en libertad anticipara, lo cual casi siempre es otorgada en forma irregular. Luego del informe pertinente, el intendente eleva lo actuado y se le solicita, sin más trámites, a ese juez, el juicio político. Una cosa es actuar en el silencio del juzgado y otra con los medios y el poder político sobre él.
Aseguro y afirmo que a los pocos meses de esta práctica, serán muy pocos los delincuentes que encuentren su libertad anticipara tan fácilmente.Este es mi pequeño aporte, todo suma. A pensar. 
Obviamente, esto que he tratado de explicar en forma totalmente simplificada y doméstica, está absoluta y expresamente desarrollado en trabajos realizados a los fines que correspondan.- 
Quiero nuevamente concluir con el aforismo ya expresado: “Por no hacer una cosa, hicimos cien cosas y no hicimos una cosa…” 
  (*) Escribano, ex director general de Gobierno.