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miércoles, 22 de agosto de 2012

En Lanús padecemos algo más grave que la inseguridad


Por Claudio Gonzalez*

Napoleón Bonaparte no hubiese llegado a ser quien fue sin la Revolución Francesa, de igual manera que no es posible comprender el genio de San Martín y de Perón sin considerarlos como productos de épocas convulsionadas, tiempos de enfrentamientos profundos entre el subsuelo sublevado de la patria y los círculos privilegiados que se creían ungidos para gobernar.
Personalidad, talento y el óleo sagrado de Samuel (en épocas de grandes transformaciones sociales y políticas) pueden hacer de un hombre un gran conductor, alguien que ve más lejos y cuya voluntad es más fuerte que la de otros. En palabras de Fernández Vega: “La crisis constituye, entonces, el espacio privilegiado para la acción del genio político, una figura carente de respeto por las reglas, capaz de 

domesticar fuerzas y crear nuevas realidades.Los más grandes capitanes son emergentes individuales de altos momentos del desarrollo histórico de la civilización...” , o mejor dicho, el caudillo, el líder, el conductor existe porque las ideas, los sueños y las necesidades de las masas se encarnan, se expresan en hombres y mujeres concretos capaces de sintetizar la diversidad social, política y cultural de los pueblos en un proyecto histórico.
En el transcurso de su historia el pueblo ha llevado a cabo grandes luchas por la libertad, la justicia social, la soberanía, la democracia y el desarrollo económico y social. Muchas de las metas trazadas todavía son aspiraciones.
la estructura política partidista se deteriora, unido ésto a una creciente pérdida de credibilidad en sus dirigentes.
  En Lanús, dirigentes políticos, sociales y sindicales defraudan la confianza que el pueblo ha puesto en ellos, valiéndose de sus cargos para llegar al poder y enriquecerse por medio de la corrupción, olvidándose de los intereses de aquellos que hicieron posible su ascenso. Por otro lado,observo que el pueblo permanece disperso, dividido y desorientado a causa de su falta de conciencia y la existencia de lideres y dirigentes que no han sabido orientar sus luchas.
 Esta realidad se manifiesta en el marco del predominio de las concepciones neoliberales, la globalización y apertura de los mercados, los bloques económicos regionales, el desarrollo de la alta tecnología y el poder del conocimiento.
Los lanusenses reclaman hoy una nueva forma de hacer política, un nuevo concepto y práctica del liderazgo. Es necesario una mayor y mejor organización de los ciudadanos, aumentando su conciencia, participación y responsabilidad política.
Es impostergable el surgimiento de una nueva generación de dirigentes y líderes políticos, sociales y sindicales, con una mayor capacidad ideológica y técnica, mayor dominio de la administración del estado y profundas convicciones éticas.
  El clima de inseguridad que vive Lanús es algo impresionante: jueces que terminan acusados mientras el presunto delincuente confiesa su deseo de actuar en alguna telenovela; agentes y ex agentes policíacos que encubren o encabezan bandas criminales; secuestradores que huyen de su guarida cinco minutos antes de la llegada de la policía, luego de chantajear a las familias de sus víctimas con tácticas horrorosas. Claro sin olvidar que los políticos también consumen delincuencia, sí claro son seres humanos, tienen sus debilidades y compromisos un juramento que han de cumplir, tienen adicciones como a: el poder, drogas, alcohol, etcétera.¿Es una película de terror? No, desgraciadamente: es la historia diaria de los miles de habitantes de la zona sur que han perdido sus bienes y algunos hasta la vida por culpa de estos delincuentes. Ante todo, está también detrás un sentimiento que ha llegado a ser uno de los más costosos para la sociedad: el miedo.Por temor a que sus planes terminen en el cañón de una pistola, un número indeterminado de proyectos de inversión han sido cancelados o han cambiado el destino. También por temor, innumerables empresas han tomado con cautela sus planes de expansión y gastado fortunas en procurar alguna seguridad aunque siempre insuficiente para sus plantas, oficinas, productos y empleados. Por miedo, ciudadanos sin importar su posición económica han tenido que enfrentar cada vez mayores gastos en la compra de protección para sus bienes y para sus familias.
Mientras todo esto sucede, ¿qué están haciendo nuestras autoridades? Por estos días el gobierno municipal ha presentado un programa que busca combatir a la delincuencia. Lo menos que esperamos es que este urgente y necesario plan que sin duda llega bastante tarde.
Tuve la suerte de compartir una reunión con los Foros Vecinales de seguridad, en el HCD de Lanus, con la Comisión de esta área, y sólo rescaté tres cosas importantes: 
1) Me llamó la atención que los concejales no tengan conocimiento de la Ley N° 12.154, conocida como la Ley Arslanian. Tal vez sea que los espante el apellido, por lo que les pregunté qué me impedía denunciarlos por incumplimiento de funcionarios públicos, a ellos como a el intendente por no obedecer la ley. en la que dice muy claramente la conformación de los foros y toda la estructura que aportaria a la seguridad. Ojo tambien estaba el concejal salvador Baratta.
2) Después de haber escuchado a todos los foristas de las diez jurisdicciones, me entero de que en el distrito hay 10 comisarías, una Policía Buenos Aires 2 y una Comisaría de la Mujer. En todas estas dependencias hay 500 efectivos de los cuales 150 están de licencia por diferentes motivos. Y escuchaba pedían mas móviles:¿para que los quieren si no tienen personal que los conduzca? 
3) Es fundamental saber cual es el espacio a cubrir para poder armar un proyecto de seguridad física adecuado. Por eso mi sorpresa cuando ninguno de los ediles sabían qué cantidad de manzanas tiene el distrito. ¡Se los informó un forista! Y escucho en ese momento una voz de atrás que dice: “¡Para que quieren mas policías para que le metan un tiro en la cabeza a los pibes!”, para mi sorpresa quien decía esto es un concejal:  Sandoval.
Bueno queridos vecinos creo que estamos ante algo más grande que un problema de seguridad delictiva, tenemos problemas serios de la calidad política que gobierna el distrito ya que desconocen sus roles, deberes, atribuciones y sobre todo la palabra ética. 
                                (*) Miembro del PJ Lanús.