domingo, 5 de agosto de 2012

El basural del Don Pirulero


Por Marta Santos

Contrariando lo que el intendente y concejales oficialistas afirman, los vecinos de la ex FIALP siguen sosteniendo: “no a la basura”.

En la reunión que se efectuó ayer sábado en Rodríguez y Deheza, los vecinos dejaron claro que siguen encolumnados tras la premisa: “No a la instalación de una planta de transferencia, de tratamiento o de un ecopunto”. Luego de la reunión del jueves,  a la que fueran citados por el intendente  unas horas antes, desde el oficialismo se hacía saber que los vecinos que concurrieron habían firmado un acta “de aceptación” para la instalación de un ecopunto en el predio de la ex FIALP, del que la diputada Karina Nazábal ha pedido la expropiación en la legislatura provincial. Este trascendido y la cancelación de la marcha proyectada a las puertas del municipio hicieron que las aguas se agitaran nuevamente, pero esta vez dentro de
la asamblea vecinal.
En la reunión los ocho representantes que estuvieron con el jefe comunal leyeron el acta que firmaron con el intendente, dejando en claro que no habían dado su conformidad a la instalación de la planta de transferencia ni del ecopunto, sino que la lucha por el “no a la basura” en la zona continuará. “Lo que firmamos con el intendente es un documento por el cual él se compromete, no nosotros. La interpretación que le quieren dar desde el oficialismo es su problema no el nuestro”, aseveraron, “porque todos seguimos con el rechazo a la planta. Cancelamos la marcha al municipio hasta presentarle a la asamblea la propuesta del intendente”, informaron, “aunque podemos hacerla cuando dispongamos”.
 La lectura que hacían algunos presentes es que el viernes bajaban al distrito funcionarios nacionales y provinciales y el jefe comunal quería desactivar la convocatoria en la puerta del municipio, lo que no lo haría ver muy bien ante esos funcionarios. Lo logró con este intermedio de propuesta, que algunos aceptaron de buena fe y con que varios no estuvieron de acuerdo el sábado.
Lo cierto es que el acta firmada no compromete al movimiento vecinal. En su texto no se advierte aceptación alguna a la instalación de la planta, tal como afirman desde el gobierno comunal. Dadas las explicaciones y calmadas las aguas, la asamblea decidió continuar con las medidas de rechazo en todos los lugares donde deban expresarlo. El martes irán a ver a los diputados no oficialistas a la Cámara provincial para expresar nuevamente su rechazo y frenar el tratamiento sobre tablas. El miércoles asistirán a una reunión ampliada en el HCD para defender su expediente en contra del proyecto y rechazar el del intendente. El viernes estarán presentes en la sesión donde pueda intentarse aprobar este último para demostrar su postura. Han preparado un comunicado de rechazo para enviar a los medios y -de ser necesario- programarían otra marcha al municipio.
Los concejales Jorge Montero y Carlos Barbagallo capitalizaron la firma del acta con el intendente  pero no se presentaron a la reunión del sábado a la que habían prometido asistir, quizás para no tener que aceptar que habían tergiversado el resultado de la audiencia. Según expresó Montero en mi programa radial, los vecinos “aceptaron la instalación del ecopunto”, lo cual fue negado reiteradamente por la comisión que tuvo la audiencia con el intendente Díaz Pérez.
Pero entró en juego otro actor. Desde Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo de la Nación, tuvimos acceso exclusivo a una información que indica que la titular del área Cecilia Lorusso  cursaría un pedido de informes a  ACUMAR  con una requisitoria, que consiste en tres puntos: 1- El envío del proyecto presentado por Nazábal. 2- El estudio de impacto ambiental de la planta.  3- La relación que este proyecto pudiera tener con lo planificado respecto de centros de reducción y transferencia en el Plan Integral de Saneamiento Ambiental 2010.
 Al respecto cabe señalar que el proyecto de la diputada Nazabal ingresado en la legislatura provincial  habla de “planta de transferencia” -sin interesar qué diga el  elaborado por el intendente- los estudios de impacto ambiental ya deberían estar hechos por el municipio y que el proyecto original debe concordar con el plan integral que lleva adelante la ACUMAR. Tres puntos para resolver.
Pero la información que vuelcan las voces oficialistas para desinformar parecen recordar el antiguo juego infantil del don Pirulero: “Cada cual defiende su juego y si no … cuál prenda tendrá?”