Por Lisandro Martinez*
lisandromartinez47@yahoo.com.arLa crisis económica en la Argentina estalla por dos factores:
1) El principal planteo político anunciado por Néstor Kirchner bajo la formulación “Venimos a reconstruir a la burguesía nacional” ha fracasado. El plan económico piloteado por Roberto Lavagna se sustentó en la devaluación del 40% de la moneda, producida durante el interinato de Eduardo Duhalde, que había logrado abaratar a niveles de remate la mano de obra en el país.
El principio de la caída del plan formulado fue la rebelión de los tercerizados ferroviarios que sacaron a la luz el insoportable régimen de explotación montado en los ferrocarriles concesionados, la malversación de millonarios subsidios e
infinitas violaciones a leyes laborales (pagos en negro, desigualdad de pagos en una misma tarea, no pago de cargas jubilatorias, malversación del dinero que el Estado destinaba al pago de salarios, etcétera.)
2) La crisis internacional que obliga a los capitales internacionales a rescatar a sus propias metrópolis, armando una fuga de capitales sin parangón desde los países sometidos hacia sus casas centrales. EEUU en recesión, Europa en llamas y Asia surcada de movilizaciones y revoluciones en marcha.
Semejante crisis de vaciamiento de las cajas negras, por la aspiradora de la fuga de capitales, ha impactado en la política de billetera de los K aplicada a la cooptación económica con la que se nutrió de oportunistas de organismos de DDHH, periodistas, intelectuales, etcétera. Ahora la Bolsa de Comercio, que siempre actúa orientando
y dirigiendo a gobiernos títeres del capital, ha señalado que el gobierno tiene que ir al ajuste, con lo que estamos en presencia del último capítulo de una experiencia Nacional y Popular que ya había fracasado durante el último gobierno de Perón, a pesar de la triple A y de Isabelita
En este caso se cumple un viejo vaticinio revolucionario:
Los gobiernos que no pueden meter en caja al movimiento obrero son para los capitalistas poco confiables. La tarea sucia del ajuste y la devaluación hace saltar como fusible a quien la lleva adelante.
De allí que armar una CGT que le permita disciplinar al movimiento obrero es para CFK la piedra filosofal para avanzar en la tarea ordenada por la Bolsa. Pero los candidatos a cubrir esos roles tienen sobre sí un desprestigio de décadas.
Gerardo Martínez de la UOCRA es un hombre de la dictadura genocida, entregador de obreros, “especialista en reuniones gremiales” donde detectaba y entregaba a los activistas y delegados luchadores. Los niveles de miseria del salario de convenio de la UOCRA hacen las delicias de los tercerizadores, que colocan a los empleados bajo este régimen convencional como forma de abaratar más la mano de obra. Las patotas de la UOCRA asolaron a buena parte de los tercerizados ferroviarios que estaban bajo su dominio gremial.
José Pedraza de la Unión Ferroviaria es un viejo estafador de obreros; fue pieza clave del menemismo para privatizar los trenes y despedir 80.000 trabajadores. Además cobró mensualmente servicios de sepelios que nunca brindó y así se engulló $ 50 millones.
La Afip en 2003 lo incriminó por facturas truchas presentadas por el Belgrano Cargas mediante las cuales cobró subsidios por obras públicas en la Pcia. del Chaco nunca realizadas por $ 10 millones. Explotaba entre otras la Cooperativa Unión del Mercosur que funcionaba como proveedora de mano de obra barata y en negro. La UF se apropió de la identidad de personas que fueron empleados fantasmas y la burocracia, mediante un acuerdo con la secretaría y el Ministerio de Transportes, tenía en su poder cientos de tarjetas de cobro que efectivizaban mes a mes (ver ferrochorros). Pedraza es uno de los instigadores de la emboscada de Barracas donde asesinaron a Mariano.
Oscar Lezcano se mantiene en las gateras por haber desguazado las empresas de Agua y Energía del Estado, es responsable de miles de despidos. En la actualidad es titular de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF). La Federación tiene el 67% de las acciones de la empresa tercerizada de Trasnoa SA Lezcano cumple como todos los candidatos “obreros” de la CGT cristinista el doble rol de “defensor” de los trabajadores y de patrón, violando la ley de Asociaciones Profesionales que prohíbe este doble desempeño sin que el Ministro Tomada diga esta boca es mía en el cuadro de una violencia extrema de las condiciones laborales.
Trasnoa SA ha despedido a cinco obreros electos por sus compañeros como delegados; de ellos, cuatro estaban tercerizados y bajo el sindicato de la UOCRA ya que la empresa considera que la instalación de las columnas de alumbrado son trabajos que competen a la construcción cuando en realidad son las columnas que sostendrán el cableado eléctrico. Esto se debe a que en la UOCRA los salarios son aún más bajos que los pactados y no cumplidos para los eléctricos.
Idéntica situación se vive en Cerro Dragón en Neuquén donde los Trabajadores están encuadrados en el sindicato de la UOCRA pero realizan tareas de petroleros, mientras Gerardo Martínez entorpece de las mil formas posibles el pase a planta permanente de los compañeros. Allí está planteada la misma lucha que se dio en el ferrocarril Roca. El sindicato petrolero firmó un aumento salarial del 23% retroactivo a enero y la UOCRA 12%. Los petroleros arreglaron un viático hasta el yacimiento de $28 la hora con un total de 4 hs. La UOCRA firmó $18 pesos de viático por cada hora con un total de 3 hs. La diferenciación salarial es de $8.000 pesos entre petroleros y albañiles aunque realicen igual tarea.
La causa popular Mariano Ferreyra, si se aplica perpetua a los responsables del asesinato, abre una enorme posibilidad para la juventud principal víctima de la tercerización y para todos los trabajadores existe, con una burocracia sindical en disgregación, la enorme posibilidad de comenzar a transitar otra historia con direcciones obreras independientes, clasistas y combativas.
(*) Militante del PO