domingo, 5 de agosto de 2012

Masajes anti estrés

Por el profesor Alejandro Chitrángulo



El estrés es la respuesta natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones, por tanto, cierta cantidad de estrés es necesaria.
En general tendemos a creer que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas. Cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica en el tiempo, nuestra salud, nuestro desempeño académico o profesional, e incluso nuestras relaciones personales o de pareja se pueden ver afectadas.
El Touch Research Institute, Universidad de Miami (TRI) ha 

demostrado que a través del tacto, el primero de los sentidos que desarrolla el ser humano, puede llegar a tener efectos muy beneficiosos sobre la ansiedad, las migrañas e incluso llegar a fortalecer el sistema inmunológico,  Sin necesidad de más química que la que genera nuestro propio organismo. 
Las más del medio centenar de estudios del TRI han demostrado desde hace años la importancia del masaje ya no sólo como complemento a la medicina tradicional, sino como medio vehicular de la salud. Según dichas investigaciones, los asmáticos que practican este tipo de terapias mejoran su capacidad respiratoria e incluso se ha probado que ayuda a tranquilizar e incrementa la recuperación de tejidos de pacientes víctimas de quemaduras como asegura C. Gillon Ward, de la Unidad de Quemados del hospital Jackson Memorial.
Al fin y al cabo, en nuestra piel tenemos más de cinco millones de receptores del tacto, 3.000 de ellos se concentran en la yema de nuestros dedos. La presión rítmica o simplemente un suave roce, hace que la presión arterial de nuestro organismo disminuya, incluso en personas que se encuentran en coma profundo. 
Además, el tacto libera la producción de endorfinas produciendo cientos de combinaciones químicas y, por tanto, emocionales en nuestro cerebro. 


Caricias curativas 
Según una reciente investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en el cortex primario somatosensorial del cerebro se establecen las diferencias entre un roce o un arrumaco en función no solo al contacto físico en sí, sino también en base a una carga emocional.
Los masajes ayudan a mejorar la circulación sanguínea y linfática, con importante mejoras en ciertos aspectos diarios. Por ejemplo, según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Wawick, Reino Unido, los masajes ayudan a los niños a dormir mejor, llorar menos y sufrir menos estrés. En este mismo ámbito, otra investigación desarrollada en el TRI, apunta que, los bebés prematuros que recibían masajes diariamente aumentaban de peso más rápido y eran dados de alta 6 días antes que aquellos que no recibían este tratamiento.
Existen muchos tipos de masajes y en los últimos tiempos, tanto estos como las terapias de relajación basadas en la acción del agua, se han convertido en una auténtica moda social. De hecho junto con el crecimiento de esta tendencia han nacido sitios denominados Spa especializados en este tipo de tratamientos donde los especialistas ofrecen sus terapias de masajes, y otros servicios como método sano de eliminar el estrés laboral.