Por escribano Julián Segura*
A días ya, de la convulsión nacional surgida a
partir de las sandeces irresponsables excretadas verborrágica e
irresponsablemente por nuestro intendente municipal, que puso en real riesgo de
desestabilización ni más ni menos que a los dos funcionarios y primeros
mandatarios más importantes de la
Argentina , en una situación de inestabilidad política,
resquebrajando una relación que si bien no era la más sublime y encarnada de
los últimos tiempos, pero que ambos con inteligencia y capacidad política iban
llevando sobre ruedas,
ovaladas, pero ruedas al fin, siguen los coletazos y se
percibe, con gran nitidez, que nuestro distrito se ha ubicado, por su lenguaraz
y versátil personalidad, en el último eslabón de un interminable concierto de
distritos nacionales.- Escalofriante pero real. Ya se han efectuado reuniones a
nivel nacional y nuestro primer mandatario no ha sido invitado.
Estamos solos, sin ayuda de ningún sector y
para colmo, con un intendente que no sabe gestionar ni utilizar los fondos
públicos en forma debida. Millones de pesos ha recibido de ambos gobiernos y
Lanús se encuentra como “…si las furias de Orestes hubieran pasado sobre
Egisto…”.
Inseguridad total, destrozos de calles y
veredas como nunca, limpieza abolida, barrenderos secuestrados, habilitaciones
comerciales ilegales, alquiler de un patrullero aéreo innecesario y sin ninguna
utilidad efectiva, recolección de residuos limitada a lo básico, miles de pesos
cobrados a los vecinos en concepto de seguridad ciudadana y los móviles no se
ven en funcionamiento por falta de recursos humanos y presupuesto para su
mantenimiento, plazas que dan vergüenza por su estado y ocupación, verdulerías
clandestinas ocupando ilegalmente las veredas y calles de las mejores esquinas
de los centros comerciales, seguramente abonando alquileres impropios a algún
funcionario corrupto e inescrupuloso, y todo esto y más, sumado a que nuestro
intendente, nuestro “amigo político”, como lo denominara quien escribe en
alguna nota anterior, no puede caminar
ni un metro por su ciudad, por su distrito pues los vecinos lo insultan, lo
abuchean, lo silban, lo injurian, me pregunto: ¿Qué más necesita para irse?
No
olvide que sólo los “grandes hombres toman grandes decisiones”. No todos
servimos para todo, pero si, todos servimos para algo. Hace poco usted me dijo
que como odontólogo era muy bueno. Que sus intervenciones duraban hasta los 100
años. Intendente, siga en eso si es que es tan bueno, pues, en definitiva, solo
puede hacerle mal a uno o pocos pacientes, en tanto que como intendente le está
truncando la vida a casi 600.000 habitantes de Lanús.
Finalmente,
sólo quiero expresar algunos conceptos y opiniones dirigidos desde distintos
estadios sociológicos, a saber:
1) Al
intendente municipal: Basta, se terminó, váyase y deje que su sucesor natural
continúe con la gestión o más bien la comience. Deje que genere una real
comunión entre los políticos más capaces del distrito, sean oficialistas u
opositores, del mismo partido u otros y que entre todos podamos encaminar este
desaguisado que usted con su supina incapacidad a generado;
2) Al
político: Su verborrágica excreción no se tapa ni con siete ponchos. Los
errores y máxime de este calibre, no son gratuitos. Usted rompió con todos los
códigos y principios básicos de la política, hágase cargo, váyase, renuncie, es
mejor para todos, siga participando.
3) Por
último, al amigo: Darío: No todo es amiguismo, no todo es política, no todo es
impunidad, no todo son contubernios convenientes para proyectarme, en este caso
“eyectarse”, hay responsabilidades, hay obligaciones, hay vecinos que sufren,
que necesitan, que tienen hambre, frío, enfermedades, inseguridades de todo
tipo, que necesitan contención real, apolítica, de gestión humana, de
sensibilidad, humildes económicamente y millonarios en esperanzas y
credibilidad sobre su gestión que, por cierto, ha defraudado, tal vez no
concientemente pero si efectivamente, que es lo que importa. En toda gestión
hay aciertos y errores pero cuando el papel de diario no alcanza para tapar las
macanas realizadas, nacen los tiempos de reflexión, de análisis interior, de
mirarse al espejo y reflexionar sobre que se está haciendo. Si luego de esa
exploración intestina aflora el hombre íntegro y tomara la decisión correcta,
será recordado como el intendente que quiso y no pudo, de otro modo, que Dios
lo ayude y nos ayude durante estos tres años y seis meses que no quedan de su
presencia al frente del ejecutivo municipal. Esto, es solo mi humilde opinión.
(*) Fue candidato
a concejal del NEP en 2010