domingo, 15 de julio de 2012

¿Proxenetismo y trata de mujeres en la desaparición de Érica Soriano?


Por Lisandro Martinez



Lagostena está detenido desde el pasado 30 de mayo de 2012 a pedido del fiscal Loureyro y por orden del juez Vitale, quien le imputó los delitos de "homicidio simple en concurso real con aborto, en el contexto de violencia familiar y contra la mujer". Érica Soriano (30), embarazada de dos meses y medio, fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010 en Lanús y la versión
de su pareja es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a Villa Adelina, en el norte del conurbano pero nunca llegó.

El 3 de julo del corriente año el Juez denegó el pedido de excarcelación que había solicitado la defensa del imputado, por la pena que le podría corresponder y el hecho de que tras la desaparición de Érica, Lagostena viajó al norte del país y dejó una pista falsa para engañar a los investigadores (su celular encendido sobre un puesto de diarios). La investigación ya avanzó sobre otros posibles cómplices durante el hecho (20 y 21 de Agosto de 2010).

Hasta aquí se cierra en sí mismo un caso pero surgen del pasado inmediato una serie de denuncias efectuadas por los familiares de Érica que no han sido tomadas por la justicia y que, de ser comprobadas, correrían un velo sobre proxenetismo y trata de mujeres que tendrían a Lagostena como un actor más, en un escenario donde siempre están detrás elementos del poder político brindando a estas organizaciones un manto de impunidad para que desarrollen actividades ilícitas que reportan ganancias millonarias.

En el mundo, “la trata” es el tercer negocio en volumen de dinero, luego del tráfico de drogas y de armas, con ingresos estimados en u$s 32.000 millones, informe TIP; según la OIT, incluso en el 2005 se estimaba que en el orden mundial había 2,4 millones de víctimas. Un hampón señalaba hace poco ante una feminista mexicana investigadora del problema: “una niña se puede vender cien veces, la droga una sola vez”.

Para  la ONU, la “TRATA DE PERSONAS consiste en contactar, reclutar, alojar, trasladar, secuestrar, hacer desaparecer, recibir, acoger, la promoción o facilitación de cualquiera de estas acciones tanto sea dentro del país como el ingreso o salida del mismo, a una o más personas con fines de explotación, cualesquiera sea la edad de las víctimas y aunque hayan prestado consentimiento. Los fines perseguidos pueden ser: la explotación de la prostitución ajena, trabajos forzados o serviles, esclavitud o prácticas análogas, servidumbre, explotación de la mendicidad ajena, matrimonio servil, extracción de órganos, producción y distribución de pornografía infantil y adulta, turismo sexual, procreación obligada para la venta de niñas/os, extracción obligada de óvulos, venta de niñas/os, o cualquier otra forma de explotación. El consentimiento de la víctima nunca se tendrá en cuenta y si el delincuente utilizó algún medio, violencia, amenaza, abuso de una situación de vulnerabilidad, etc., o si la víctima es menor de 18 años deben considerarse agravantes del delito y no constituyentes de las figuras legales o definiciones penales”.

El 21 de agosto de 2011 al cumplirse un año de la desaparición de Érica y ante el periodista Luciano Bugner, su hermana Verónica contó para el diario Crónica que “Lagostena llegó a la familia de los Soriano en 2009, cuando Érica había ido a participar de un programa de televisión de Canal 13. El se encargaba del casting para asistir a la tribuna”.
En ese mismo reportaje, María Esther la mamá de Érica señaló “Es un psicópata, un entregador. No tiene ninguna emoción, lleva en sí algo malo. Además, contó que su ex yerno frecuenta prostíbulos. “Hace años trabajó en un cabaret pegando carteles de prostitutas en la calle. De alguna manera -afirma-, está involucrado en la trata de personas”, subrayó.
Las denuncias muestran dos cuestiones que deberían ser analizadas a fondo para desentrañar a qué se dedica Lagostena:
1) Lagostena da la impresión, a primera vista, que vivía y vive del dinero que le proporciona su padre. ¿Es esto así? Si efectivamente es un mantenido: ¿Qué hacía en 2009  en los estudios de Canal 13, seleccionando pibas para la tribuna? ¿Quién le permitió estar allí? Los estudios muchas veces se alquilan para emprendimientos independientes, si era esa la situación ¿Quiénes eran los responsables de ese programa según los registros que debe tener el Canal 13?
El 15 de agosto de 2009 desapareció, durante 21 días, Yamila Beatriz Fernández de sólo 13 años; había concurrido a la Avda. Hipólito Irigoyen 272 (ex Pavón), en Avellaneda, donde se grababa un programa musical para la televisión “Pasión de Sábado”. Luego de intensa búsqueda, Yamila apareció en La Plata. “Una mujer la ayudó a escapar de una casa donde era maltratada y la llevó a una comisaría en La Plata. Desde allí nos llamaron y fuimos a reencontrarnos con ella”, comentó Mónica Jiménez, mamá de la menor. “Según la mujer que la rescató, el hombre que la capturó estaría acostumbrado a secuestrar menores”. www.inforegión 7/9/2009
2) ¿Lagostena trabajaba pegatinando carteles para cabarutes y prostitución? ¿Lagostena necesitaba dinero para vivir y se conchababa como pegatinero de afiches?
Lagostena nunca trabajó, era parte orgánica de una red que hay que descubrir y que incluso puso piedras en el camino de la investigación por la desaparición de Érica, no solamente con el fabulador Capitán Retirado Roberto Locles, que trabaja de perito trucho (un hombre que responde al aparato más podrido de la represión), sino que además la familia de Érica fue estafada por un sujeto que se presentó en los primeros días de agosto de 2011 como investigador “independiente” y les esquilmó $ 9.000. 
Lo que hizo Lagostena encaja en lo que según la ONU consiste “la trata de mujeres”: contactar, reclutar, alojar, trasladar, secuestrar, hacer desaparecer.
La exigencia es que se investiguen las relaciones de Lagostena con los prostíbulos y qué función cumplía el programa donde el imputado seleccionaba pibas.
  (*) Militante del Partido Obrero