Por Omar Dalponte
nuevospropositos@hotmail.com
En política los amores no son eternos. Las peleas tampoco. De manera que es
imposible garantizar idilios permanentes o rupturas definitivas. Los encuentros
y desencuentros, especialmente en el territorio del sindicalismo, son moneda
corriente y lo que vemos en estos días dentro del movimiento obrero no es nada
nuevo bajo el sol. Sabido es por quienes nos leen semana a semana que no es
nuestro gusto hacer vaticinios pero, exigidos por los acontecimientos, en notas
anteriores nos vimos obligados a suponer algunas cosas que, al final, ocurrieron
tal como las habíamos imaginado. Los hechos concretos nos dieron la razón. Ya
hay una expresión sindical que parcialmente tomó algunas decisiones
atribuyéndose la representación de la Confederación General del Trabajo. Hugo
Moyano, elegido secretario general en esta parcialidad, salió con los tapones de
punta con un discurso opositor al gobierno nacional que, en nuestra opinión,
contiene no pocas inexactitudes y una que otra exageración. Entre estas últimas
destacamos el párrafo que califica a su "congreso" como un hecho histórico. Esta
asamblea realizada con la presencia de pocas organizaciones sindicales -muy
respetables por cierto- ha sido una reunión importante pero muy distante de ser
una referencia para las generaciones venideras. Solamente un grano de arena en
la inmensa playa de los trabajadores. Otro de los dichos del dirigente camionero
que no se ajusta a la verdad es cuando afirmó que el actual gobierno nacional
interfiere, como nunca lo hizo otro, en la vida del movimiento obrero
organizado. Respecto a esto, sólo basta recorrer someramente la historia del
Movimiento Obrero Argentino y podrá comprobarse que, en otros momentos, la
intromisión de dictaduras o gobiernos seudodemocráticos en este sector ha
ocurrido más de una vez con formato de tragedia. Desde la fundación de las
primeras organizaciones sindicales hasta llegar al menemismo y el desastre de De
la Rúa, hay una línea de persecuciones, represiones, torturas, sangre y muertes
que no puede ignorar un dirigente del nivel de Moyano. Un peronista es imposible
que desconozca los padecimientos sufridos por la clase trabajadora bajo
regímenes militares o civiles al servicio de la oligarquía y de los
imperialismos. Pasa que en un momento de extrema calentura discursiva hay mentes
que suelen enturbiarse más de la cuenta.
Pero todo o casi todo tiene su lado positivo. En la jornada del 12 de
julio, en la cancha de Ferro Carril Oeste, Hugo Moyano profundizó sus
diferencias con el gobierno de Cristina Fernández de kirchner y no dejó
posibilidad para los grises. Quedó claro que será oposición en todos los
terrenos, incluido el electoral. Aconsejó "repensar el voto" en el año 2013 Y
esto no está mal porque deja las cosas definitivamente claras. El sector que
dirige el camionero saltó a una vereda que no es la nuestra. Y de aquí en más
veremos.
¿Como concretarán el desafío electoral Moyano y sus seguidores? ¿Intentarán
la formación de un partido laborista que contaría -preferentemente- con la
participación de trabajadores? ¿Repetirán la experiencia de viejas alianzas con
-por ejemplo- los Rodriguez Saá? ¿Resolverán contraer nupcias políticas con
Daniel Scioli si éste se atreve a cortarse por su lado tal cual desean,
proponen, estimulan y se ilusionan quienes de distintos lados profesan el
antikirchnerismo más duro? ¿Compartirán el lecho con el duhaldismo y los
ultraneoliberales como De Narváez?.
La dirigencia sindical argentina se pelea fácilmente pero también sabe
encontrar los medios para juntarse después del enojo (juntarse, no unirse) sin
mayores inconvenientes. Siguiendo esta tradición: ¿Qué pasará en el futuro con
la relación entre el moyanismo, los "gordos" y el grupo que lidera Luis
Barrionuevo? ¿Sería descabellado pensar que su antipatía respecto al
kirchnerismo puede ser un factor que los amontone?. La mini CTA de Pablo Micheli
que comparte los mismos odios con todos ellos ¿será tentada para incorporarse a
esa cruzada opositora si se avanzara para llevarla a cabo?. Y si alguna de estas
cosas ocurriera ¿como será la reacción popular frente a los posibles embates
para interrumpir el proyecto nacional y popular en marcha?.
No por gusto la presidenta de la Nación, hace apenas un par de meses,
exhortó a la unidad y organización del campo popular. En la medida que cada
quien vaya ocupando un lugar en sus respectivas veredas habrá que ver como se
construye el mensaje hacia la totalidad de los argentinos y de que manera se
concreta en acción la defensa del actual modelo kirchnerista. En nuestro
distrito, como en tantas otras partes, hay quienes ya han decidido cobijarse
bajo algún paraguas que aún carece de la tela impermeable. Los oportunistas, en
su afán de oponerse a nuestro gobierno municipal, creen que cualquier colectivo
los llevará donde desean. Tal vez se equivoquen una vez más y queden a la
intemperie definitivamente.
En cambio, a quienes respaldamos la gestión del Dr. Darío Díaz Pérez y
somos parte de ella, no nos preocupan ni desvían de nuestro camino los ruidos de
la política. Ciertas cosas, ante la responsabilidad de hacer un Lanús mejor, son
totalmente intrascendentes. Desde el lugar militante que ocupamos seguimos
bregando por la unidad y organización del campo popular de acuerdo al pedido
de Cristina Fernández. Hasta ahora, por
suerte, con muy buenos resultados en el pago chico.