sábado, 14 de julio de 2012

Los ruidos de la política no nos apartan del camino


Por Omar Dalponte

nuevospropositos@hotmail.com

En política los amores no son eternos. Las peleas tampoco. De manera que es imposible garantizar idilios permanentes o rupturas definitivas. Los encuentros y desencuentros, especialmente en el territorio del sindicalismo, son moneda corriente y lo que vemos en estos días dentro del movimiento obrero no es nada nuevo bajo el sol. Sabido es por quienes nos leen semana a semana que no es nuestro gusto hacer vaticinios pero, exigidos por los acontecimientos, en notas anteriores nos vimos obligados a suponer algunas cosas que, al final, ocurrieron tal como las habíamos imaginado. Los hechos concretos nos dieron la razón. Ya hay una expresión sindical que parcialmente tomó algunas decisiones atribuyéndose la representación de la Confederación General del Trabajo. Hugo Moyano, elegido secretario general en esta parcialidad, salió con los tapones de punta con un discurso opositor al gobierno nacional que, en nuestra opinión, contiene no pocas inexactitudes y una que otra exageración. Entre estas últimas destacamos el párrafo que califica a su "congreso" como un hecho histórico. Esta asamblea realizada con la presencia de pocas organizaciones sindicales -muy respetables por cierto- ha sido una reunión importante pero muy distante de ser una referencia para las generaciones venideras. Solamente un grano de arena en la inmensa playa de los trabajadores. Otro de los dichos del dirigente camionero que no se ajusta a la verdad es cuando afirmó que el actual gobierno nacional interfiere, como nunca lo hizo otro, en la vida del movimiento obrero organizado. Respecto a esto, sólo basta recorrer someramente la historia del Movimiento Obrero Argentino y podrá comprobarse que, en otros momentos, la intromisión de dictaduras o gobiernos seudodemocráticos en este sector ha ocurrido más de una vez con formato de tragedia. Desde la fundación de las primeras organizaciones sindicales hasta llegar al menemismo y el desastre de De la Rúa, hay una línea de persecuciones, represiones, torturas, sangre y muertes que no puede ignorar un dirigente del nivel de Moyano. Un peronista es imposible que desconozca los padecimientos sufridos por la clase trabajadora bajo regímenes militares o civiles al servicio de la oligarquía y de los imperialismos. Pasa que en un momento de extrema calentura discursiva hay mentes que suelen enturbiarse más de la cuenta.
Pero todo o casi todo tiene su lado positivo. En la jornada del 12 de julio, en la cancha de Ferro Carril Oeste, Hugo Moyano profundizó sus diferencias con el gobierno de Cristina Fernández de kirchner y no dejó posibilidad para los grises. Quedó claro que será oposición en todos los terrenos, incluido el electoral. Aconsejó "repensar el voto" en el año 2013 Y esto no está mal porque deja las cosas definitivamente claras. El sector que dirige el camionero saltó a una vereda que no es la nuestra. Y de aquí en más veremos.
¿Como concretarán el desafío electoral Moyano y sus seguidores? ¿Intentarán la formación de un partido laborista que contaría -preferentemente- con la participación de trabajadores? ¿Repetirán la experiencia de viejas alianzas con -por ejemplo- los Rodriguez Saá? ¿Resolverán contraer nupcias políticas con Daniel Scioli si éste se atreve a cortarse por su lado tal cual desean, proponen, estimulan y se ilusionan quienes de distintos lados profesan el antikirchnerismo más duro? ¿Compartirán el lecho con el duhaldismo y los ultraneoliberales como De Narváez?.
La dirigencia sindical argentina se pelea fácilmente pero también sabe encontrar los medios para juntarse después del enojo (juntarse, no unirse) sin mayores inconvenientes. Siguiendo esta tradición: ¿Qué pasará en el futuro con la relación entre el moyanismo, los "gordos" y el grupo que lidera Luis Barrionuevo? ¿Sería descabellado pensar que su antipatía respecto al kirchnerismo puede ser un factor que los amontone?. La mini CTA de Pablo Micheli que comparte los mismos odios con todos ellos ¿será tentada para incorporarse a esa cruzada opositora si se avanzara para llevarla a cabo?. Y si alguna de estas cosas ocurriera ¿como será la reacción popular frente a los posibles embates para interrumpir el proyecto nacional y popular en marcha?.
No por gusto la presidenta de la Nación, hace apenas un par de meses, exhortó a la unidad y organización del campo popular. En la medida que cada quien vaya ocupando un lugar en sus respectivas veredas habrá que ver como se construye el mensaje hacia la totalidad de los argentinos y de que manera se concreta en acción la defensa del actual modelo kirchnerista. En nuestro distrito, como en tantas otras partes, hay quienes ya han decidido cobijarse bajo algún paraguas que aún carece de la tela impermeable. Los oportunistas, en su afán de oponerse a nuestro gobierno municipal, creen que cualquier colectivo los llevará donde desean. Tal vez se equivoquen una vez más y queden a la intemperie definitivamente.
En cambio, a quienes respaldamos la gestión del Dr. Darío Díaz Pérez y somos parte de ella, no nos preocupan ni desvían de nuestro camino los ruidos de la política. Ciertas cosas, ante la responsabilidad de hacer un Lanús mejor, son totalmente intrascendentes. Desde el lugar militante que ocupamos seguimos bregando por la unidad y organización del campo popular de acuerdo al pedido de Cristina Fernández. Hasta ahora, por suerte, con muy buenos resultados en el pago chico.