jueves, 12 de julio de 2012

Da asco, vergüenza, que los golpistas, los cobardes, sientan orgullo de serlo


Por  Daniel Ledesma*

¿Se imaginan por un minuto a Macri, De Narváez o Duhalde relatando algo similar a lo detallado por el “fabulador” de Lanús o el golpista Díaz Pérez (para los que miramos de afuera) en su supuesta charla con la presidenta en la que fogoneaban la destitución del gobernador de la provincia de Buenos Aires? 
Los medios “K” sin dudas enmarcarían tal acción, como un complot internacional de la derecha imperial yankee, utilizando sus brazos ejecutores cipayos, antipatrias que operan en la Argentina a favor de la oligarquía asesina que odia al pueblo Nacional y Popular que aún llora la ausencia irremplazable de su líder Juan Domingo, Néstor Kirchner … 
Pero claro, como el que lo dijo es un pseudo-progre-revolucionario Nac & pop, chupa-medias desmedido, aplaudidor compulsivo a los oficialismos de
turno, en fin un obsecuente con apego al dinero público, inservible para la gestión, entonces no es grave. Para la prensa oficialista es un simple desmedido fabulador, que deberá hacerse cargo de sus dichos. 
Bien, lo que nadie dice es que dentro del kirchnerismo, hay una clara metodología de desprestigio contra el gobernador y para ello, vale todo incluso apuntarle sin ningún pudor a su discapacidad, porque en menos de 10 días, tanto el golpista Diaz Perez como el piquetero devenido a empresario Luís D‘ Elia (empresario de los negociados de planes sociales de cooperativas) se han burlado literalmente del problema físico del gobernador. El piquetero lo llamo “Cemente” en su cuenta de twiter y Díaz Pérez fue mucho más allá, dijo: “No me cortaría una pierna, para sacar rédito político”, y esta es la categoría más baja en la que un ser humano puede caer y es mucho más abominable si lo hacen aquellos que en cuanto micrófono o cámara televisiva encuentran, hacen alabanza de los derechos humanos y hablan de inclusión como una bandera privativa de ellos. Y no es un detalle menor el agravante de que éste tipo es funcionario público elegido en democracia.
A cinco días de las barrabasadas dicha por Díaz Pérez, nada se sabía de él. Hizo un escueto comunicado por Facebook, que lo único que intenta es despegar a Cristina Kirchner de sus barbaridades. ¿Pero nadie le dijo, que al que realmente ofendió en lo particular es al gobernador Scioli? Y en lo general a todos los ciudadanos de bien de la provincia de Buenos Aires que creen en la democracia que tanta sangre ha costado.  (Y además como pequeño “detalle”, Scioli ganó con más del 55% de los votos, y Diaz Perez en las primarias de agosto 2011 sólo sacó el 24%). 
El golpista estuvo ciego e impune durante su discurso y siguió ciego post-discurso por lo que dije antes: no era despegar a Cristina, era pedir perdón a todos, e incluso a Cristina si “realmente, no eran verdad sus dichos”, lo que debería haber hecho. Y lo peor de todo, es que aún sigue ciego, porque el golpista, todavía no habló pero muchas veces los cobardes, como lo es Díaz Pérez, hacen hablar a sus lacayos y los lacayos hicieron odas de los dichos de Díaz Pérez, es así como publicaron en sus cuentas de facebook lo siguiente: “se atrevió a decir, lo que todos piensan… pero nadie dice… 100% kirchnerista ; yo banco a darío”. 
Les preguntaría a estos funcionarios o al mismo Darío: ¿Cómo que se atrevió? Si, eso es una grabación realizada clandestinamente por un funcionario suyo a escondidas de éste. ¿Realmente el cobarde intendente se atrevería decir todo lo que dijo delante del gobernador, se lo diría frente a frente? Los golpistas, los cobardes, clavan el puñal por la espalda, no hay ningún atrevimiento en sus dichos, hay cobardía, discriminación y golpismo… 
Da asco, vergüenza que los golpistas, los cobardes sientan orgullo de serlo… Jorge Rafael Videla, también reivindica sus miserias. Sólo apelando a esa lógica puede uno entenderlos un poco, sólo un poco… 
  (*) Ex director municipal, denominado “mi primer soldado”, por el intendente.