Aunque parezca increíble, la municipalidad que le paga cifras astronómicas a un helicóptero, o que contrata cantantes de quinto nivel por miles de pesos, o que compra sanguchitos de miga en Quilmes para los brindis de la elite, es la misma donde hoy no hay insumos ni en las salas sanitarias para atender una mínima urgencia, ni de materiales de oficina para los empleados municipales. La causa: no hay un peso y no se les paga a los proveedores.
"Y si algún concejal pone en duda esto, que venga a recorrer las oficinas de la comuna o que se de una vueltita por las salas, que nunca se ve a ninguno por allí. Claro, eso si no están de vacaciones de invierno", comentan las fuentes municipales que le acercacron este reclamo a La Defensa.