Un comunicado de la Lista 27 que en las suspendidas internas radicales proponía Ricardo Alfonsin, Gustavo Posse, Juan Manuel Casella y Alejandro Armendariz, señala que "ante una derrota segura, Leopoldo Moreau impidió que los radicales voten". Y señalan que "nuestro propósito permanente fue alcanzar la unidad partidaria. hicimos todo lo posible por llegar a ese objetivo y tropezamos con la negativa de quienes hoy impiden que los radicales votemos. Frente a la seguridad de la derrota electoral, el grupo liderado por Leopoldo Moreau acudió a la justicia e impidió la realización del comicio. Habíamos anticipado -prosigue el comunicado- que ese grupo contaba con el apoyo del gobierno, y tenemos la clara sensación de que la justicia electoral fue presionada para adoptar la resolución que ha dictado -24 horas antes del comicio- que nos deja en estado de indefensión".
Y apuntan que "los padrones impugnados son los mismos utilizados en la elección interna del 6 de junio de 2010, validados oportunamente por ese juzgado. la utilización de esos padrones fue decidida por la mesa del comité de la provincia de buenos aires con acuerdo de los representantes de la lista liderada por Moreau". Y rematan con que "haremos todo lo necesario para impedir que el gobierno se apropie de la vida interna de la unión cívica radical y desde ya convocamos a los afiliados a defender el partido".
Mucho para cambiar
Por su parte, el moreauismo, dice que el sector radical oficialista "pretende instalar - con la ayuda de algunos medios- teorías insólitas. quieren hacer creer que la responsabilidad es nuestra porque no aceptamos mansamente los padrones que "aparecieron" sorpresivamente a último momento con 93 mil personas que incluían, además de fallecidos, dobles afiliados con el PJ (unos 34 mil) y con partidos municipales (otros 21 mil) que, en su momento, el sector que lidera Gustavo Posse armó para que fueran como colectoras del Frente para la Victoria", dicen y continúan ennumerando una serie de irregularidades , para concluir en que en la UCR no hay "nada para festejar pero mucho para cambiar".